Paloterapia para un par de ladrones originó enfrentamientos entre vecinos

Que los ladrones que son atrapados en la ciudad de Bogotá reciban una buena dosis de ‘paloterapia’ no es nada nuevo, y menos cuando se sabe de sobra que generalmente cuando un delincuente es atrapado no dura mucho en una estación de Policía porque las leyes permiten que varios delitos sean excarcelables, como el caso del robo de celulares.

En la zona de Plaza de las Américas una popular zona comercial y habitacional del sur de Bogotá, un par de ladrones hacían de las suyas atracando a los transeúntes, lo que indignó a varios habitantes de la zona que estaban decididos a frenar el accionar de estas personas y por tal razón los detuvieron y redujeron.

Los vecinos aburridos de que la delincuencia haga de las suyas a cualquier hora del día y de la noche, la emprendieron con los amigos de lo ajeno y les dieron una muestra de la hospitalidad de la zona con una buena dosis de paloterapia.

Puños y patadas aparecían por doquier e iban a parar en las humanidades de dos hombres jóvenes que optaron por la delincuencia al trabajo honrado y mientras los ciudadanos desahogaban su rabia, los delincuentes lloraban y clamaban para que la paliza que estaban recibiendo terminara.

Varios habitantes de la zona descargaban su furia en los delincuentes y les recriminaban por qué lloraban si cuando cometían sus fechorías no tenían el menor reparo en intimidar y agredir a sus víctimas, sin importar que fueran ancianos, mujeres o menores de edad. 

El punto de ebullición de la situación llegó cuando varios vecinos solicitaron a los enfurecidos ‘vengadores’ que dejaran de golpear a los delincuentes, un asunto que pareció salirse de las manos porque generó discusión y por poco una pelea entre los mismos vecinos, porque, unos pedían más paloterapia, y otros que esta cesara.

Después de unos minutos de justicia por mano propia en la que los ladrones fueron despojados hasta de su propia ropa, un par de efectivos de la Policía Nacional llegaron al lugar para llevarse a los delincuentes a un CAI o a una estación de la institución, tratando de resguardarlos de la arremetida de los vecinos, quienes no administraban ‘mano blanda’ en su contra.

La encuesta de percepción ciudadana ´Bogotá Cómo Vamos' indica que cada vez más bogotanos apoyan la idea de aplicar justicia por mano propia debido a la falta de contundencia de las autoridades y especialmente de las leyes que en muchos casos parecen premiar a los delincuentes.