La muerte del río Sambingo

Durante una operación contra la minería ilegal en zonas cercanas al Cauca llamada Espartaco, la Fuerza Aérea Colombiana, la Policía Nacional y el CTI de la Fiscalía fueron testigos del peor desastre ambiental del país: la muerte del río Sambingo.

La fotografía que acompaña esta nota fue tomada por el Ejército Nacional el 22 de enero pasado y en ella, como en otras tantas imágenes impactantes, se evidencia la desaparición del río Sambingo.

Espartaco tuvo acción en los municipios de Almaguer, Bolívar y Mercaderes, al sur de Popayán en el departamento del Cauca. Y como se ve en las imágenes, el río fue perforado por pozos de minería ilegal.

El Ejército confirmó que en lugar se encontraban cinco máquinas retroexcavadoras, una clasificadora y elementos adicionales de extracción. Según se calcula, los dueños de esta acción ilegal recibían por lo menos 3 mil millones de pesos mensuales por esto.

“Para la recuperación de la zona, se requerirían cerca de 100 mil millones, lo que equivale a la construcción de cerca de tres mil viviendas de interés social y casi 100 años de trabajo ambiental, para lograr la reforestación y recuperación de los niveles básicos de habitabilidad”, agrega el comunicado del Ejército.

¿Cómo llegaron allí?

Apenas empezó la ola más fuerte del fenómeno del niño los medios se centraron en los bajos niveles de los ríos Magdalena y Cauca.

Sin embargo, el daño ya estaba hecho, un río estaba muriendo y fue tan solo tras el operativo Espartaco que se dio la triste noticia: la desaparición del primer río en Colombia.

El río Sambingo hacía parte de la cuenca hidrológica más importante del Pacífico caucano, incluso fue noticia en el 2014 por una avalancha, responsable de la muerte de cinco personas y la desaparición de ocho más.

No hay que señalar del todo al fenómeno del niño, este fue tan solo el detonante final. La minería ilegal hizo lo suyo y lamentablemente la operación Espartaco llegó tarde. Se dice que su recuperación podría costar cerca de $100 mil millones de pesos pero para eso se necesitan lluvias en la zona, lo que es casi imposible con este fenómeno a flor de piel. Un hecho realmente lamentable para Colombia.

Colombia.com

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