Por: Paula Castro • Colombia.com

La inflación ya afectó al corrientazo y elevo sus costos, este es su nuevo precio

La inflación incrementó considerablemente el costo de vida de los colombianos y la comida no es la excepción.

Debido a los altos costos de los alimentos los colombianos ven afectadas sus finanzas. Foto: Pixabay
Debido a los altos costos de los alimentos los colombianos ven afectadas sus finanzas. Foto: Pixabay

La inflación incrementó considerablemente el costo de vida de los colombianos y la comida no es la excepción.

El conocido almuerzo corriente, o ‘corrientazo’ es parte de la rutina de los empleados colombianos. Por excelencia, es el menú que muchos trabajadores consumen y el único que pueden costear. Sin embargo, esto se está imposibilitando cada vez más.

Los precios de la comida van en aumento y le están causando problemas a consumidores y dueños de restaurante que vienen haciendo malabares desde hace meses para no subir mucho el valor de los alimentos, pero el margen de maniobra cada vez se hace más estrecho, a pesar de que incluso han quitado algunas comidas de sus menús.

En la ciudad de Cartagena las personas podían acercarse a cualquier restaurante y comprar un almuerzo por 13.000 o 15.000 pesos, desde que inicio el año 2023 y la inflación se convirtió en la más alta de la historia, el almuerzo tiene un costo de 18.000 pesos. 

En Bucaramanga, en la Plaza de Mercado de La Concordia ofrecia a sus clientes el famoso ‘corrientazo’. El año pasado cobraba este almuerzo en tamaño pequeño o ‘mini’ a $8.000 y el plato grande a $10.000. Sin embargo, este año el valor subió a $9.000 y $11.000, respectivamente.

 Según un sondeo realizado por EL COLOMBIANO, en Medellín, este menú básico está costando entre $14.000 y $15.000, dependiendo del sector, Doña Nora Jaramillo aseguran es la propietaria del restaurante Betel, ubicado en la Plaza Minorista, y dijo que el almuerzo en su local cuesta $15.000.

Además, todo parece una cadena de no terminar, pues en las tiendas y plazas de mercado en donde se compran los insumos para preparar los corrientazos ya escucha al tendero preocupado, pues los restaurantes tampoco pueden con los costos de la comida y esto afecta sus negocios.

Pero por su parte, los restaurantes también tienen como clientes a trabajadores que ganan el mínimo, por lo cual deben intentar un costo razonable, pero que cubra su propio gasto, lo que termina trasladando todos los aumentos al comprador. La preocupación con el incremento salarial es generalizada, independientemente del ingreso que se reciba.