Por: Gracia Altamirano • Colombia.com

Caos y desorden en la Plaza de Bolívar durante el ingreso al Concierto de la Esperanza

La Alcaldía de Bogotá apuntó contra el Gobierno de Gustavo Petro por el caos durante el ingreso al Concierto de la Esperanza.

Concierto de la Esperanza en la Plaza de Bolívar. Foto: Twitter @petrogustavo
Concierto de la Esperanza en la Plaza de Bolívar. Foto: Twitter @petrogustavo

La Alcaldía de Bogotá apuntó contra el Gobierno de Gustavo Petro por el caos durante el ingreso al Concierto de la Esperanza.

Momentos de tensión y caos se vivieron en los accesos a la Plaza de Bolívar la tarde de este domingo, durante el ingreso masivo al denominado Concierto de la Esperanza, organizado por el Gobierno nacional. Miles de personas colmaron los puntos de entrada a la plaza mayor, y las escenas que circularon rápidamente en redes sociales evidenciaron el desbordamiento de las capacidades logísticas del evento.

En varios videos, se observa cómo el personal encargado de la organización fue sobrepasado por la multitud. Entre empujones, carreras y gritos, cientos de asistentes derribaron vallas de seguridad y forzaron su paso hacia el centro de la plaza, desbordando caos y cualquier intento de control por parte de la logística y de la Policía. La situación fue particularmente crítica en las primeras horas de la tarde, cuando el flujo de personas aumentó sin que se implementaran medidas efectivas de regulación.

Desde la Alcaldía Mayor de Bogotá no tardaron en manifestarse. El Secretario General, Miguel Silva, fue enfático al señalar que el Gobierno Nacional "le ha dado un manejo irresponsable al evento", al no acatar las recomendaciones de aplazarlo ni coordinar adecuadamente con las autoridades locales. A su vez, el Secretario de Gobierno, Gustavo Quintero, denunció un evidente sobreaforo y afirmó que “la situación de caos representó un riesgo para los asistentes”.

La tensión entre ambas administraciones no es nueva, pero se agudizó en las horas previas al concierto, cuando la Alcaldía insistió en que el evento debía ser reprogramado. Argumentaban que coincidía con las movilizaciones convocadas en rechazo al atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, lo cual implicaba un desafío adicional para el esquema de seguridad y orden público de la capital. Sin embargo, la solicitud no fue acogida por el Ejecutivo, que decidió seguir adelante con la actividad cultural.

Pese al desorden registrado en los accesos, el evento logró desarrollarse con normalidad una vez superado el ingreso del público asistente. No se reportaron personas lesionadas ni incidentes mayores durante el desarrollo del concierto, que contó con una asistencia masiva. Aun así, el episodio dejó en evidencia las falencias en la planificación general del evento y reavivó la discusión sobre la coordinación efectiva entre el Gobierno Nacional y las autoridades distritales en temas de orden público y logística preventiva.

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