Lula da Silva derrama lágrimas hablando de la pobreza en Brasil y se hace subir el sueldo

El regreso de la izquierda al poder en Brasil mantiene al país más grande de Suramérica dividido, y el recién posesionado mandatario, Luiz Inacio Lula da Silva, quien asume su tercer periodo como presidente, ha centrado su discurso en la reducción de la pobreza y en la lucha para detener la destrucción de la Amazonia.

En una emotiva alocución, el mandatario de 77 años que llevará las riendas de un país que no se inserta todavía entre los grandes del mundo debido a sus altos índices de pobreza, pero que cuenta con una industria más grande y desarrollada que muchos países europeos, aseguró que la reducción de la pobreza será prioridad en su gobierno.

Lula da Silva, quien fue un obrero de la industria metalúrgica y luego se convirtió en un poderoso dirigente sindical, derramó las lágrimas cuando anunció que los índices de pobreza en Brasil habían aumentado y lamentó que la desigualdad sea la causante de esta dura problemática, la cual prometió combatir día y noche.

“La vuelta del hambre es un crimen, el más grave de todos contra el pueblo brasileño. Es hija de la desigualdad, que es la madre de todos los males que atrasan Brasil. Asumo el compromiso ante ustedes de combatir día y noche todas las formas de desigualdades en nuestro país”, indicó el presidente Lula da Silva.

El emotivo discurso no solo derramó las lágrimas del mandatario nacido en Pernambuco, sino que también hizo lo mismo en muchos de sus seguidores, aunque la derecha de oposición no consideró sincero este episodio porque no cree que el único hombre que ha llegado a la Presidencia de Brasil en tres oportunidades pueda lograr este cometido, el que tampoco superó en sus anteriores administraciones.

Aunque Lula Da Silva lloró por los pobres y la desigualdad del país, una de sus primeras decisiones fue la de subir su sueldo con un porcentaje más alto del que se aprobó para la mayoría de trabajadores de su país, así lo informó OK diario.

Cerca de 34 millones de brasileños reciben un sueldo mínimo aumentado en 7%, mientras que el que recibirá el presidente Lula da Silva tendrá un incremento del 16% con respecto al que percibía el saliente mandatario Jair Bolsonaro.

El mandatario se apareció en el homenaje a Pelé durante la ceremonia velatoria de su cuerpo en Villa Belmiro, el campo del club Santos, equipo en el que jugó el grande del fútbol durante 18 años y el que lo lanzó a la fama en todo el planeta.

El aumento de sueldo de Lula da Silva ha sido criticado y considerado poco coherente con las palabras que pronunció sobre la desigualdad, aunque una de las razones que los analistas otorgan a su victoria tiene referencia con que durante sus anteriores administraciones el país experimentó crecimiento, algo que no se logró ver en el gobierno derechista de Jair Bolsonaro.