Por: Alexandra Méndez • Colombia.com

Brote de fiebre amarilla: autoridades encienden las alarmas en el Tolima

De acuerdo con el Ministerio de Salud, se han presentado 11 nuevos casos de fiebre amarilla en los últimos días.

Brote de fiebre amarilla enciende las alarmas en el Tolima. Foto: Shutterstock
Brote de fiebre amarilla enciende las alarmas en el Tolima. Foto: Shutterstock

De acuerdo con el Ministerio de Salud, se han presentado 11 nuevos casos de fiebre amarilla en los últimos días.

Esta semana, el departamento del Tolima encendió las alarmas sanitarias luego de que se presentara un brote de fiebre amarilla en el territorio. Según información del Ministerio de Salud y Protección Social, en los últimos días se han registrado alrededor de once casos sospechosos, de los cuales ocho ya han sido confirmados con pruebas. 

De acuerdo con la entidad, este brote de fiebre amarilla ya ha dejado como resultado la muerte de tres personas. Otras cinco permanecerían en estado crítico en diferentes hospitales, por lo que las autoridades sanitarias han decidido activar el cerco epidemiólogo en algunos municipios con mayor riesgo de propagación.

Entre las localidades que reportan mayor cantidad de casos están: Cunday, Prado, Purificación y Villarrica. Para mantener controlada la situación, se ha instalado un Puesto de Mando Unificado (PMU) en la región.

Acciones gubernamentales para contener el brote 

El PMU dirigido por funcionarios del Ministerio de Salud, la Gobernación del Tolima, las EPS, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y organismos de socorro como la Defensa Civil y la Cruz Roja, tiene la finalidad de hacer frente a la fiebre amarilla y prevenir la propagación de la enfermedad a otros territorios. 

El gobierno local ha puesto en marcha un plan con varias acciones para informar a la comunidad sobre los riesgos de contraer esta enfermedad. La estrategia incluye la vacunación masiva, el monitoreo de los casos sospechosos y la educación de las comunidades.

El pasado fin de semana, la gobernación llevó a cabo jornadas de vacunación en los municipios con mayor riesgo de propagación del mosquito que transmite la fiebre amarilla. En la actividad participaron 63 equipos de vacunadores, incluyendo 38 equipos financiados por el Gobierno nacional y 25 adicionales proporcionados por las EPS. 

La vacunación masiva es prioridad 

De acuerdo con las autoridades sanitarias, es prioridad vacunar a la mayor cantidad de personas posible en 15 días, con el fin de cerrar el cerco epidemiológico en el departamento del Tolima. 

Adicional a las acciones locales, el Ministerio de Salud ha asignado un equipo especializado integrado por tres médicos, dos entomólogos, tecnólogos en atención hospitalaria y enfermeras profesionales, quienes colaboran estrechamente con la Secretaría de Salud Departamental, para mantener controlado el brote. 

Por otro lado, se ha solicitado apoyo logístico y de suministros al clúster de Salud, la Organización Panamericana de la Salud y otros socios internacionales, con el fin de fortalecer los recursos destinados a contener el brote.

“Esperamos que avance satisfactoriamente y contengamos el brote de fiebre amarilla que se ha presentado en el departamento del Tolima”, señaló el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.

¿Qué es la fiebre amarilla? 

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, la fiebre amarilla es “una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, que es endémica en áreas tropicales de África y América Latina”. Su principal vía de transmisión es la picadura de mosquitos Aedes y Haemagogus infectados.

Los profesionales de la salud destacan que suele ser difícil diferenciar los casos de fiebre amarilla y otras fiebres hemorrágicas virales como arenavirus, el hantavirus, o el dengue, ya que presentan síntomas similares. 

Signos y síntomas

Entre los signos de alarma de la infección están: fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, pérdida de apetito, náuseas o vómitos. El periodo de incubación de la fiebre amarilla es de tres a seis días. Muchas personas no presentan síntomas. 

El mayor riesgo de contraer la infección es ingresar a una fase tóxica en la cual la fiebre se eleva demasiado afectando varios órganos como el hígado o los riñones. Según los especialistas, la mitad de los pacientes que entran en esta fase mueren en un plazo de siete a diez días.

“La fiebre amarilla es una enfermedad que supone una gran amenaza, acarrea múltiples repercusiones y tiene el riesgo de propagarse por todo el mundo, por lo que representa una amenaza potencial para la seguridad sanitaria mundial”, indica la OPS.