Nueva medida de protección materna: OPS introduce vacuna contra el VRS en América Latina
La Organización Panamericana de la Salud facilitará la vacuna para garantizar la salud de las madres y sus bebés.

La Organización Panamericana de la Salud facilitará la vacuna para garantizar la salud de las madres y sus bebés.
Esta semana, los laboratorios Pfizer anunciaron la firma de un acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con la finalidad de suministrar la vacuna contra el virus respiratorio sincitial (VRS) en América Latina para la inmunización materna.
De acuerdo con la entidad, la vacuna será distribuida a través del Fondo Rotatorio de la OPS para el Acceso a Vacunas, que lleva más de 40 años garantizado el acceso a fármacos seguros y de calidad a precios accesibles para los países miembros de la OPS.
Este acuerdo tiene la finalidad de reducir el número de hospitalizaciones por enfermedades respiratorias a través de la prevención, dado que el VRS representa el 84% de las hospitalizaciones por infecciones del tracto respiratorio en menores de 12 meses en Latinoamérica.
Según expertos de la Clínica Mayo, el virus respiratorio sincitial es común en bebés y niños, tanto que la mayoría de los menores de 2 años ya se han infectado. Esta enfermedad provoca infecciones en los pulmones y en el aparato respiratorio y también puede afectar a los adultos.
Aunque en personas sanas el virus no representa un riesgo importante para la salud, puede causar una infección grave en pacientes con sistemas inmunológicos débiles y en menores de 12 meses prematuros o con condiciones preexistentes. Los adultos mayores también están en riesgo de sufrir la enfermedad en una forma más grave.
Entre las complicaciones más frecuentes del virus respiratorio sincitial están la neumonía, la infección del oído medio, el asma e infecciones recurrentes después del primer episodio, principalmente en adultos mayores de 65 años.
En su estado más leve, el virus respiratorio sincitial provoca síntomas similares a los de un resfriado común como: nariz congestionada o que gotea, tos seca, fiebre baja, dolor de garganta, estornudos y dolor de cabeza.
Cuando el virus se extiende al aparato respiratorio inferior puede causar neumonía o bronquitis, cuyos síntomas principales son: fiebre, tos intensa, sibilancia al respirar, respiración rápida o dificultad al respirar y color azulado de la piel a causa de falta de oxígeno (cianosis).
En los bebés menores de 2 años, los signos y síntomas de una infección grave con el virus respiratorio sincitial pueden variar entre: respiración superficial, corta, y rápida, gran dificultad para respirar, tos, falta de apetito, cansancio inusual, letargo e irritabilidad.
Existen factores de riesgo que pueden hacer más propensa a una persona a sufrir la infección grave, como padecer enfermedades cardíacas o pulmonares. Los niños o adultos con el sistema inmunitario debilitado a causa de enfermedades como el cáncer o por tratamientos como la quimioterapia también pueden desarrollar complicaciones con mayor facilidad.
Entre la población de riesgo con mayores probabilidades de sufrir complicaciones están los lactantes, por ello se hace necesaria prevención del contagio a través de la inmunización materna.
De acuerdo con datos de la organización Panamericana de la salud, las tasas de hospitalización y mortalidad en lactantes menores de seis meses por el VRS son particularmente altas, por ello “garantizar acceso equitativo esta medida preventiva es una prioridad de salud pública”, destacó Sinan Atlia, presidente regional de Pfizer para América Latina.
Profesionales de la salud destacan que la vacuna contra el virus respiratorio sincitial para las madres gestantes protege al bebé desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad. Esta puede ser suministrada en cualquier momento entre las 32 y las 36 semanas de embarazo.
Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) recomiendan que todos los bebés estén protegidos contra el VRS grave mediante una de dos opciones de inmunización: la vacuna materna contra el VRS, o a través de un anticuerpo contra el VRS administrado a los bebés.