En Estados Unidos pagan 100 dólares la hora por rascar espaldas: ¿te le medirías?

Una nueva propuesta de trabajo lucrativa está llamando la atención en Estados Unidos. Algunos spas en grandes ciudades como Miami, Nueva York y Los Ángeles están contratando personal para ser “rascador de espaldas”. 

De acuerdo con voceros de estos lugares de entretenimiento, el servicio de rascado de espalda busca brindar una experiencia única para alcanzar altos niveles de relajación. Lo interesante es que el pago por hora puede superar los 100 dólares.

Según Toni George, dueña de The Scratcher Girls, un spa ubicado en Miami, en entrevista para Infobae, los clientes pagan hasta 130 dólares para ser rascados de pies a cabeza por ella, quien tiene unas uñas de 7,5 centímetros. 

La experiencia incluye rascado de espalda, piernas, brazos, cuero cabelludo e incluso el interior de las orejas si el cliente lo desea. “Tenemos personas que se relajan profundamente y otras que realmente hacen sonidos de éxtasis”, afirmó en entrevista con The Wall Street Journal (WSJ).

Por su parte, Julie Luther, fundadora del spa Soft Touch ASMR en Pasadena, California, destaca que el negocio de rascar espaldas se ha vuelto muy lucrativo en Estados Unidos. Antes, ganaba un sueldo básico como diseñadora de patrones, mientras que como rascadora de espaldas recibe 110 dólares por 50 minutos de terapia. 

Julie ofrece una experiencia diferente de rascado en el que no solo emplea sus uñas sino también plumas de gallo, brochas de maquillaje entre otros utensilios. Además, puede cepillar, peinar o trenzar el cabello, según los gustos del cliente. 

La fascinación por este tipo de servicios está relacionada con el placer que producen que no es de tipo sexual. De acuerdo con Craig Richard, profesor de ciencias biomédicas en la Universidad Shenandoah en Virginia, el rascado suave desencadena en algunos una respuesta conocida como ASMR (Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma).

Esta sensación lleva a las personas a un profundo estado de relajación capaz de inducir un sueño profundo gracias a la liberación de hormonas como endorfinas, oxitocina y dopamina, que reducen el estrés. “Es un cóctel maravilloso”, explica.