Una película peruana revela un oscuro episodio de la política contemporánea de su país

La vida latinoamericana está dominada se quiera o no por la política y ha sido precisamente este ´arte de gobernar al pueblo´ el que ha determinado la ruina para muchos y el poder para unos pocos privilegiados dispuestos a lo que sea por mantenerse aferrados a él, y en ocasiones paradójicas, las cuales son permanentes, mendigando migajas para seguir siendo ricos. 

Perú es tan latino como cualquiera de nuestros países y eso se manifiesta en su vida política, colmada de corrupción y escándalos que han ido de la mano con la frustración popular, que al final de cada periodo presidencial, que generalmente no termina completo, parecen ser un destino fatal de un subcontinente que se ubica al sur de los Estados Unidos.

El final de Alan García

Vivo o muerto es el nombre de la película peruana que promete levantar ampolla porque su historia se basa en la muerte de Alan García, provocada por él mismo en momentos en que agentes del orden se disponían a arrestarlo por estar involucrado en un caso de corrupción relacionado con la multinacional brasilera Odebrecht.

Alan García fue presidente del Perú en dos ocasiones, la primera en 1985, convirtiéndose en el mandatario más joven en la historia reciente del país, y luego entre el 2006 y el 2011, tiempo en el que se ventilaron diferentes irregularidades en su gobierno salpicadas de corrupción y favorecimiento.

La cinta no cuenta con una sinopsis oficial y un primer vistazo se dio como producto de una filtración por redes sociales, sus productores y encargados decidieron comunicar que piensan estrenar la cinta en abril de 2024.

Otro asunto que todavía no se ha aclarado es si el guion de la película será original o estará basado en el libro de 2020 ´Vivo o muerto´ de José Vásquez Cárdenas, quien abordó el tema del suicidio del expresidente y líder político del APRA y las razones que lo llevaron a quitarse la vida en 2019 a los 69 años.

´Vivo o muerto´ espera generar gran revuelo por tratarse de un espinoso asunto que todavía no ha podido ser revelado, aunque muchos saben bien que el suicido del exmandatario de un metro con 90 centímetros de estatura esconde muchas cosas.