El SENA forma a mujeres privadas de la libertad en Quindío
Más de 200 personas recluidas en establecimientos penitenciarios de mediana seguridad y carcelaria y reclusión de mujeres, reciben formación en diferentes áreas.
Más de 200 personas recluidas en establecimientos penitenciarios de mediana seguridad y carcelaria y reclusión de mujeres, reciben formación en diferentes áreas.
A través del programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable, el SENA en el Quindío brinda orientación ocupacional y formación a más de 200 personas recluidas en establecimientos penitenciarios de mediana seguridad y carcelaria en 2 municipios del Quindío y 1 del Valle del Cauca.
Estas acciones se adelantan con el fin de potenciar las competencias de las personas privadas de la libertad y brindarles un espacio en el que fortalezcan su proceso de resocialización.
"A través de la orientación y la formación, adquieren herramientas para, una vez recobren su libertad, se puedan vincular al mundo laboral o iniciar su emprendimiento, y quienes continúan cumpliendo su condena puedan ampliar sus competencias", dijo Carlos Fabio Álvarez Ángel, director del SENA en el Quindío.
Actualmente, el SENA hace presencia en los establecimientos penitenciarios de mediana seguridad de Armenia y Calarcá, centro de reclusión de mujeres de Armenia y el establecimiento penitenciario de mediana seguridad y carcelaria de Caicedonia en el Valle con estos programas de formación: Higiene y manipulación de alimentos; Elaboración de productos de aseo; Diseño y elaboración de empaques; Servicio al cliente; Panadería y Piscicultura.
"Esa alianza SENA-INPEC es fundamental para que estas mujeres accedan a esa formación de arte y oficio que les permita visualizar un proyecto de vida, el cual muy seguramente desde ya empieza a generar beneficios que se podrán cristalizar una vez regresen a la libertad", Leonardo Yepes Agudelo, funcionario del área educativa de la reclusión de mujeres en Armenia.
Para Lucelly González, aprendiz del curso de empaques, la llegada de la formación a la cárcel le ha dado un nuevo incentivo a su vida: "Primero en Pereira aprendí con ayuda del SENA sobre manualidades y ahora que estoy recluida desde hace un año en Armenia con el curso que estamos haciendo existe la posibilidad de comercializar nuestros productos, algo que sería de gran ayuda para nuestras familias".
Así como Lucelly, decenas de internos a través de la orientación ocupacional han encontrado en el SENA; Intermediación Laboral con la Agencia Pública de Empleo, formación complementaria y formación titulada, este trabajo mancomunado entre estas dos instituciones, se enfocan no solo en el aprendizaje como redención de pena sino en el conocimiento adquirido para la vida, para la esperanza de mejorar sus condiciones ocupacionales fuera de los establecimientos.