Por: Paula Castro • Colombia.com

Alejandra Azcárate asegura que las personas que tienen envidia de los demás son muy mediocres

La polémica presentadora y humorista Alejandra Azcárate dio su honesta opinión sobre la envidia y muchos están de acuerdo. 

Alejandra Azcárate. Foto: Instagram @laazcarateoficial
Alejandra Azcárate. Foto: Instagram @laazcarateoficial

La polémica presentadora y humorista Alejandra Azcárate dio su honesta opinión sobre la envidia y muchos están de acuerdo. 

Azcárate ha vuelto a las pantallas de televisión, después del escándalo de su esposo, el medio la ha vuelto a recibir sin mayor inconveniente y ella está dispuesta a comenzar de nuevo y retomar su profesión de la mejor manera, aun cuando varios televidentes no le perdonan los errores y en cada una de sus apariciones le recuerdan su pasado. 

Recientemente, le hicieron una pregunta muy interesante sobre la envidia, justamente durante la celebración de Semana Santa, una de las conmemoraciones más importantes para los colombianos. En ese espacio de reflexión, Caracol Televisión le dio voz a la también actriz Alejandra Azcárate.

Sobre la envidia explicó varias situaciones que se deben tener en cuenta a la hora de sentirla o de producirla:“Yo la verdad creo que todos los seres humanos en algún punto hemos sentido envidia, por alguien, por algo, no solo físicamente, laboralmente, emocionalmente, energéticamente”, agregó Alejandra.

La artista además contó que muchas veces ha sentido sobre ella la envidia, que muchas personas le tienen y que eso lo ha percibido a lo largo de su trayectoria en la farándula colombiana: “Como se refleja frente a las carencias que uno tiene y también he padecido mucho de la envidia ajena para acá, o sea, porque eso es un bumerán, de lo que das recibes y los seres humanos nos movemos en ese circuito”.

Según la página de psicología Madrid la envidia es una emoción social porque surge de la comparación con el otro, como el orgullo; e implica una evaluación negativa de nosotros mismos, a diferencia del orgullo, que es positiva. Esto hace que cuando siento envidia me valore a mi mismo como algo negativo, y entonces evoque ideas sobre nosotros mismos como no soy valioso, no soy suficiente, soy inadecuado, etc.

Allí también se aclara que una persona con sentimientos frecuentes de envidia es una persona frustrada, y se vuelve problemático cuando nos sentimos crónicamente pobres, como con una escasez interna, que tratamos de resolver mirando qué hacen otros en lugar de reparar esa fuente de dolor interno, esos deseos no satisfechos, dándole razón a la opinión de Azcárate.