Los motivos por los que Andrea Guzmán y Marcela Mar no se llevaban bien en 'Pedro, el escamoso'

El éxito que han tenido los reencauches transmitidos por Caracol han salido victoriosos sobre los de RCN, y es que esta se convirtió en la única arma a usar en medio de la crisis que enfrenta actualmente la pantalla chica por culpa de la pandemia.

Desde la emisión de su primer capítulo, 'Pedro, el escamoso' se ha convertido en una de las producciones más vistas por los colombianos en el horario prime de la televisión, seguido por la historia de los hermanos Reyes.

Todos y cada uno de los personajes principales de la aplaudida telenovela protagonizada por Miguel Varoni divierten a diario a los millones de espectadores que se han dejado contagiar una vez más con el famoso baile de 'El Pirulino'.

Aunque todo ante las cámaras parece ser muy positivo, tras bambalinas las cosas son completamente diferentes, y un claro ejemplo es la verdadera relación de las actrices Andrea Guzmán y Marcela Mar, quienes le dieron vida a Yadira y Mayerli Pacheco.

En pantalla el cariño que expresaban la una por la otra era inmenso, un aspecto bastante alejado de la vida real, pues según expresó la misma Andrea, al principio había mucha tensión entre las dos por culpa de un hombre.

La actriz, que es portada de la más reciente edición en la Revista Vea, aseguró a ese mismo medio que por esa época sostenía una relación sentimental con Gregorio Pernía, que en su momento fue un apoyo incondicional para ella.

El noviazgo entre esta pareja de artistas llegó a su fin cuando él conoció a Marcela Mar, con quien decidió darse una oportunidad que resultó en una extensa unión que duró 6 años que les dejó un hijo llamado Emiliano.

Luego de protagonizar este complejo triángulo amoroso, Guzmán llegó al rodaje de 'Pedro, el escamoso' sin saber que se encontraría con Marcela, actriz que personificaría a su hermana y con quien compartiría extensas horas de grabación.

"Yo no podía ver a Marcela", dijo textualmente Andrea, reconociendo que a medida que iba pasando el tiempo, aprendió a no cuestionar a las personas sin antes conocerlas, pues se dio cuenta que su colega era una persona realmente encantadora.

La amabilidad y cordialidad que debían exponer sus personajes pasó de la ficción a la realidad, pues la cercanía que tenía Yadira y Mayerli las llevó a sentir un gran cariño la una por la otra, el tema de Gregorio quedó en el olvido y su amistad resultó triunfadora.