Brad Pitt a los 60 rompe el mito de Benjamin Button y luce mejor que nunca: el 'sugar daddy' que todas quieren

Brad Pitt acaba de regresar a la gran pantalla con F1, una ambiciosa película sobre el mundo de la Fórmula 1 en la que interpreta a un piloto veterano que vuelve a las pistas. Pero más allá de su papel protagónico y la adrenalina de las carreras, lo que también ha captado la atención del público es algo mucho más personal: su edad.

A sus 61 años, Pitt ha reavivado una vieja pregunta que muchos se hicieron hace más de una década: ¿se parecería a su versión envejecida en El curioso caso de Benjamin Button?

La cinta dirigida por David Fincher, estrenada en 2008, mostraba a Pitt interpretando a un hombre que nace anciano y rejuvenece con el tiempo. Gracias a un revolucionario uso de efectos visuales, el público pudo ver cómo se “vería” el actor en la vejez, una imagen que quedó grabada en la memoria colectiva.

En aquel entonces, muchos se preguntaron si Brad Pitt luciría igual de elegante y sereno al alcanzar esa etapa real de su vida.

¿Cómo luce Brad Pitt hoy?

Ahora que la vida real ha alcanzado a la ficción, la comparación es inevitable. Y la respuesta es clara: Pitt no solo ha superado las expectativas estéticas que él mismo ayudó a crear en El curioso caso de Benjamin Button, sino que lo ha hecho con un estilo que sigue marcando tendencia.

Durante la gira de prensa de F1, el actor se ha mostrado con un look sobrio pero juvenil, con el rostro visiblemente cuidado, el cabello muy corto pero elegante, y una sonrisa intacta que sigue siendo una de sus marcas registradas.

Lejos de la imagen digitalizada y frágil del personaje envejecido en la película, el Brad Pitt real de 60 años transmite vitalidad, carisma y una confianza tranquila, sin excesos ni dramatismos.

En redes sociales, muchos usuarios han reaccionado con sorpresa: “Brad Pitt a los 60 luce mejor que la mayoría a los 40”, comentan algunos. Otros destacan que, aunque no desafía el tiempo como en El curioso caso de Benjamin Button, ha envejecido con gracia, manteniendo su esencia sin intentar ocultar su edad.

La paradoja no deja de ser fascinante. En Benjamin Button, Pitt interpretó a un hombre que se volvía más joven con los años. En la vida real, y ahora en F1, denuesta que ha envejecido con una dignidad que muchos aplauden y admiran.

Y mientras el cine sigue explorando futuros imaginarios, Brad Pitt demuestra que el paso del tiempo, bien llevado, también puede ser una historia digna de la gran pantalla.