Carlos 'El Gordo' Benjumea: Datos curiosos sobre su vida

 Colombia entera llora la partida de Carlos 'El Gordo' Benjumea, quien este jueves 13 de mayo perdió la vida en horas de la mañana, y aunque sigue sin conocerse el motivo de su deceso, se sabe que desde hace algunos años presentaba inconvenientes renales.

El actor, que fue visto por última vez en la pantalla chica haciendo una actuación especial en 'La ley del corazón' del Canal RCN, siempre se caracterizó por ser tener un gran sentido del humor, aparte de ser un hombre talentoso y entregado a su familia. 

A lo largo de su vida vivió curiosas experiencias que se fueron con él a la tumba, que muy pocos conocían y que en Colombia.com exponemos algunas de ellas como homenaje al que siempre será considerado, el primer actor.

Cedió un riñón

Se supone que el órgano iba a ser para él, ya que como se mencionó en un principio llevaba años lidiando con un problema renal; sin embargo, decidió pasar su turno a un joven que solo tenía 16 años.

El paciente "no tenía la posibilidad de acceder al trasplante" en ese entonces porque su lugar en la lista era bastante lejano, por lo que no quiso arrebatarle la oportunidad de verlo seguir con su vida. Según expresó el actor en 'The Suso's Show', la salud del joven era realmente crítica y nunca había podido ir al baño. Esto lo llevó a ceder el riñón aunque eso implicaba que  tuviera que someterse a diálisis cada 3 días.

Estudió en 15 colegios

En el mismo programa de entrevistas de Caracol Televisión, Carlos recordó que su hija siempre bromeó diciéndole que realmente eran las instituciones quienes "se lo peleaban" con tal de tenerlo en su alumnado.

Lo cierto es que la rebeldía hizo parte de su adolescencia, y no fue hasta que entró a la escuela de teatro que decidió ser disciplinado. Otro dato curiosos que él mismo reconoció, es que nunca pagó los 40 mil pesos que costaba el año de estudio a Victor Mallarino Botero, padre de Victor Mallarino.

Tuvo 3 "primeras" comuniones

'El Gordo' Benjumea recibió la comunión por primera vez luego de acompañar a una de sus tías a la iglesia, más adelante lo volvió a hacer cuando estaba en el colegio y la tercera es la que recuerda con más gracia.

Su mamá tuvo que falsificar su partida de bautizo y lo envió a prestar servicio militar porque su familia "ya no se lo aguataba más". Con el uniforme de soldado puesto, y pese a mentir diciendo que no era católico para evitar ir al cambo, el sacerdote lo incentivó a aceptar el sacramento.