El Hombre Caimán confesó su lucha contra un problema del corazón gravísimo

El humorista Álvaro Lemmon, más conocido como El Hombre Caimán, ha vuelto a dar de qué hablar en las redes sociales, pero esta vez con sus seguidores quienes se han mostrado muy preocupados por él y por su salud.  A pesar de que era uno de los hombres más activos del programa y quien por años sacó risas a su público, en una reciente publicación que hizo su amigo y también comediante ‘Alerta’, se le pudo ver sentado en una silla de ruedas. 

El Hombre Caimán ha dejado en evidencia en varias ocasiones la difícil situación económica que estaría atravesando actualmente porque su pensión no le alcanza y no tendría otros ingresos estables desde su sorpresiva salida del programa de humor. Sin embargo, esta vez no es su situación económica la que preocupa, sino más bien su salud, la que parece estar decayendo cada vez más.

A pesar de que era uno de los hombres más activos del programa y quien por años sacó risas a su público, en una reciente publicación que hizo su amigo y también comediante ‘Alerta’, se le pudo ver sentado en una silla de ruedas. Por supuesto, los seguidores de ambos comenzaron a hacer especulaciones y preguntas sobre la salud del humorista y el estado de salud, y en realidad el mismo Álvaro, de 74 años, ha confesado en el pasado que los años no han llegado solos. 

No tiene la misma fuerza, elasticidad y movilidad que hace algunos años, por lo que se ha enfrentado a algunos problemas de movilidad, lo que quiere decir que estos problemas físicos podrían ser la razón por la que actualmente utiliza una silla de ruedas, pues hasta el momento no había confirmación exacta del problema.

Sin embargo, gracias a una reciente publicación de El Hombre Caimán se dio a conocer que su problema no solo es con la movilidad, si no de paso tiene un problema cardiaco, razón real por la que está en silla de ruedas. Junto a unas fotos y videos desde el hospital él compartió que:

“Tengo una deficiencia cardiaca congénita. Mi corazón solo bombea de un lado y a pesar de que los médicos me dicen que es muy difícil que una persona llegue a mi edad con ese problema congénito, Dios es grande, generoso y siempre ha cuidado de mí y de mi familia. Soy muy creyente y tengo mucha fe”, destacó el humorista dejando preocupado a más de uno que de hecho se sintió inspirado para ir a su nuevo negocio, el emprendimiento que tienen en el Rodadero, Santa Marta, para vender varias cosas y de paso hacer sus shows de humor.