'MasterChef': Liss Pereira sufrió burlas en el colegio por vender arepas para superar crisis económica

El capítulo del sábado 25 de septiembre de 'MasterChef Celebrity' estuvo cargado de recuerdos, los participantes se encontraron con un reto que los llevó a revivir su infancia en un plato.

En esta oportunidad los televidentes pudieron conocer esos secretos sobre la vida de los ocho mejores cocineros que quedan en la competencia, y que pocos conocían sobre esa etapa en familia.

La comediante Liss Pereira fue una de las primeras en compartir esos sabores que la transportaban a su infancia, mencionando las arepas que le empacaba su mamá para comer en el colegio.

"Me acordé de la hora del recreo... Mi mamá me mandaba siempre arepa, las arepitas de mi mamá", comentó la cucuteña en el concurso tratando de contener las lágrimas.

"Uno creería que es fácil y alegre acordarse de la infancia, pero cuanto más viejos nos hacemos más añoramos las cosas que ya perdimos", reflexionó Liss frente a las cámaras del programa.

Más adelante, cuando empezaron todos a cocinar, la comediante reveló más detalles sobre las arepas que le preparaba su mamá, asegurando que fueron muy importantes no solo por lo ricas, sino porque fueron de gran ayuda para el sustento de su familia en una época en la que atravesaban una crisis económica.

"Vendía esas arepas y las vendía con orgullo", expresó con una sonrisa en su rostro.

Sin embargo, esta etapa de su vida fue complicada por las burlas de sus compañeros y los regaños de los profesores, según contó Liss.

"Estábamos pasando por un momento muy difícil con mi mamá, por cosas de fuerza mayor mi papá no estuvo con nosotras en ese tiempo y mi mamá se hacía cargo de mí y de mi hermana, que tenía parálisis cerebral. Entonces le dije que por qué no vendíamos de las arepas que ella hacía y yo me iba y las vendía en el colegio", recordó.

"Me ganaba problemas con los padres y con las monjas de mi colegio por vender arepas sin permiso", agregó la comediante.

Liss recordó que sus padres siempre le brindaron apoyo y que todos sabían que los sacrifios que hacían eran por una buena causa.

“Mi arepa se llama arepa berraca, siempre tuve unos papás que no me dejaron sola”, puntualizó.