Miguel Uribe Turbay compartió un mensaje premonitorio basado en una valiosa enseñanza de su abuela

Este 11 de agosto a las horas de la madrugada, Miguel Uribe Turbay apagó su luz después de haber luchado durante 2 meses y 4 días por su vida después de haber sido víctima de un atentado el pasado 7 de junio de este año, cuando un joven menor de 15 años, le disparó dos veces, una de ellas impactando su cabeza, esto mientras estaba haciendo su campaña en Modelia, Bogotá.

Lamentablemente la familia ha tenido golpe tras golpe, después del atentado de Miguel Uribe Turbay el pasado 30 de junio también falleció su abuela, Nydia Quintero quien de hecho fue también su madre después de que Diana Turbay, su madre, fuese asesinada en cautiverio, por lo que fue ella quien tomó la crianza de los pequeños.

A sus 93 años después de haber sido internada en la misma clínica de su nieto por complicaciones respiratorias, lamentablemente por su avanzada edad poco se pudo hacer y este referente de Colombia pasó a una mejor vida. Sin embargo, con la muerte de su nieto, también se ha recordado varias palabras de Miguel Uribe Turbay que para muchos pudieron ser premoniciones.

¿Palabras premonitorias?

Entre las entrevistas que brindó el senador de 39 años antes del terrible hecho que le quitó la vida, dio diferentes detalles de su vida personal y siempre fue muy enfático de su cercanía con su familia, entre ellos su abuela claramente y en una que concedió a Blu Radio él habló de una de las enseñanzas más grandes que le había dado Nydia Quintero cuando tuvo que hacerse cargo de él después de que a su madre le quitaran la vida cuando buscaba alzar la voz.

“Siempre he tenido una gran nostalgia por esta ausencia que nunca se va a llenar, pero también por la admiración y la mayor motivación de mi vida, que es la de mi madre, quien buscando la paz encontró la muerte, ella es mi gran inspiración”, destacó en su momento Miguel Uribe Turbay sin saber que esto precisamente es lo que le pasaría a él.

Con el tiempo el excandidato a la presidencia se dio cuenta que el resentimiento duele más al que lo siente por lo que no es algo bueno, eso sí, la frase que soltó después sin duda para muchos es algo que dejaba en claro lo que le esperaba más adelante, “siempre estuvimos aferrados a la fe, porque como dijo mi abuela y como digo yo, es más fácil ver a los papás morir, pero nunca a un hijo”, destacó.