Vaneza Peláez, expresentadora de Sábados Felices, habla del dolor que vivió cuando su exmarido fue capturado

La modelo y ex presentadora de Sábados Felices, Vaneza Peláez, reapareció en medios y compartió detalles del duro proceso emocional que vivió tras la captura de su exesposo, Sebastián Murillo Echeverry, alias ‘Lindolfo’, condenado a 18 años y 6 meses de prisión por homicidio agravado, concierto para delinquir y otros delitos asociados a la Oficina de Envigado.

“Decidí cerrar ciclos”, dijo Peláez durante una entrevista con La Red, en la que dejó claro que no quiere hablar desde el papel de víctima, pero sí desde las lecciones que le dejó ese episodio, sobre todo como madre de dos hijas. Aunque evitó entrar en detalles sobre el proceso judicial, confesó que ese periodo fue devastador: “Todos los días me levantaba a apagar un incendio”.

La expresentadora de Sábados Felices relató que llegó a un punto de quiebre físico y emocional. “Lloré tanto que, yo decía, como que se acabaron las lágrimas en mi vida”, expresó, al tiempo que recordó que incluso tuvo que ser hospitalizada por una grave afección de salud. “Hace tres años tuve un episodio súper fuerte porque el intestino se me hizo un nudo”, explicó.

El episodio ocurrió un 24 de diciembre, cuando celebraba la Navidad con sus hijas. Fue llevada de urgencia a Medellín y entró a cirugía inmediata. “Me hicieron laparoscopia, revisaron absolutamente todo el intestino y no encontraron nada”, contó.

Tiempo después, entendió en terapia que su cuerpo había somatizado el estrés. “Aprendí a vivir con miedo”, reconoció.

¿Cómo es hoy la vida de Vaneza Peláez?

Vaneza Peláez conoció a Murillo desde el colegio, lo que la llevó a idealizar su relación. Aunque se separaron legalmente en 2018, confesó que intentaron una reconciliación, sin éxito. “Estábamos en contravía, totalmente (...) Es que cuando tú sueltas, sueltas”, aseguró. También fue clara al decir que no tiene contacto con él y que el ciclo quedó completamente cerrado: “La película de terror se ha terminado”.

Durante los años posteriores al escándalo, la modelo se alejó de Sábados Felices y de los reflectores y optó por mantener su vida privada, enfocada en la crianza de sus hijas. “Son niñas felices que disfrutan absolutamente todo lo que tienen y nos mantenemos así juntas en el amor”, aseguró.

Aunque en 2018 surgieron versiones que la vinculaban con posibles aportes económicos ilícitos a una empresa de ropa, su nombre no ha sido judicializado. A siete años del escándalo, Peláez ha reaparecido poco a poco, priorizando su vida familiar y espiritual. “Hay cosas que no es necesario hablaras (...) yo no tengo que salir como a darle explicaciones a nadie”, concluyó Vaneza Peláez.