¿Ozzy Osbourne mordió la cabeza de un murciélago? Esto fue lo que pasó realmente

La leyenda es tan espeluznante como icónica: Ozzy Osbourne, en medio de un concierto, se lleva a la boca un murciélago, lo muerde y le arranca la cabeza. A más de 40 años del incidente, y con la muerte del cantante confirmada el pasado 22 de julio a los 76 años, la pregunta sigue generando asombro: ¿realmente sucedió?

La escena ocurrió el 20 de enero de 1982 en el Veterans Memorial Auditorium de Des Moines, Iowa. Ozzy, ya conocido por sus excesos en el escenario, estaba de gira con su segundo álbum como solista, Diary of a Madman. Durante esos shows, el cantante solía lanzar vísceras y carne cruda al público. Era parte del espectáculo.

¿Ozzy Osbourne le mordió la cabeza a un murciélago real?

Pero esa noche, algo cambió. Un fan lanzó al escenario lo que parecía ser un murciélago de goma. Ozzy Osbourne, creyendo que era falso, lo levantó, lo llevó a su boca... y lo mordió.

“Sin embargo, de inmediato sentí que algo andaba mal. Muy mal. Al principio, mi boca se llenó al instante de un líquido cálido y pegajoso”, escribió el propio Ozzy en su autobiografía I Am Ozzy. “Luego, la cabeza en mi boca se movió nerviosamente”.

Ozzy Osbourne reconoció en varias entrevistas que pensó que el murciélago era un juguete. Pero resultó ser real. Aunque años más tarde ofreció una versión distinta a la BBC: “Pensé que era uno de esos murciélagos de broma de Halloween porque tenía una cuerda alrededor del cuello”. Fue entonces cuando Sharon Osbourne, su esposa, le dijo: “Es un murciélago muerto de verdad”.

Mark Neal, el fan que lo lanzó, dijo al Des Moines Register que el animal estaba muerto desde hacía días. “Mi hermano menor lo había traído a casa, pero no sobrevivió”, relató. Así que, aunque el murciélago sí terminó en la boca de Ozzy Osbourne, lo más probable es que ya estuviera sin vida.

Y no fue el único episodio escabroso de Ozzy. Nueve meses antes, en Los Ángeles, le arrancó la cabeza a dos palomas frente a ejecutivos de CBS. Según él mismo contó, lo hizo porque una relacionista pública lo estaba molestando. “Le arranqué la cabeza de un mordisco solo para callarla”, dijo a su biógrafo.

Lo cierto es que, vivo o muerto, el murciélago que mordió Ozzy Osbourne se convirtió en parte inseparable de su leyenda. Una historia que, entre mitos y verdades, ayudó a consolidarlo como el indiscutible Príncipe de las Tinieblas. Y sí, Ozzy lo hizo. Varias veces.