¿De qué murió Kelley Mack, actriz de The Walking Dead? Tenía solo 33 años
La familia de Mack, recordada por su papel de Addy en The Walking Dead, perdió la lucha contra una dura enfermedad. ¿Cuál era su diagnóstico?

La familia de Mack, recordada por su papel de Addy en The Walking Dead, perdió la lucha contra una dura enfermedad. ¿Cuál era su diagnóstico?
La actriz estadounidense Kelley Mack, reconocida por interpretar a Addy en la serie The Walking Dead, falleció el pasado 2 de agosto a los 33 años. Según informó su familia en un comunicado publicado en la plataforma CaringBridge, la causa de su muerte fue un glioma del sistema nervioso central, un tipo de cáncer cerebral agresivo.
Mack, cuyo nombre real era Kelley Klebenow, murió pacíficamente en su ciudad natal, Cincinnati, luego de luchar contra esta enfermedad. “Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Kelley. Una luz tan brillante y ferviente se ha trasladado al más allá, adonde todos finalmente debemos ir”, expresó su familia en una publicación en su cuenta oficial de Instagram.
¿Qué es un glioma, la enfermedad que acabó con la vida de Kelley Mack?
Un glioma es un tipo de tumor que se origina en las células gliales, que son responsables de proteger y sostener las neuronas en el cerebro y la médula espinal. Se considera una de las formas más agresivas de cáncer del sistema nervioso central. Dependiendo de su ubicación y velocidad de crecimiento, puede afectar funciones motoras, cognitivas y vitales.
Este tipo de tumor suele presentar síntomas como dolores de cabeza persistentes, convulsiones, pérdida de memoria y dificultad para hablar o moverse, aunque su avance puede ser silencioso en las etapas iniciales.
El fallecimiento de la actriz causó conmoción entre colegas y seguidores de The Walking Dead. Alanna Masterson, quien compartió pantalla con ella, escribió: “¡Qué persona tan increíble! Estoy muy orgullosa de haber luchado junto a ella en nuestro último episodio juntas”.
Así fue la carrera de Kelly Mack, de The Walking Dead
A lo largo de su carrera, Kelley Mack acumuló 35 créditos como actriz y cinco como productora. Además de su papel en The Walking Dead, también actuó en Chicago Med y en la serie 9-1-1 de FOX.
Su trabajo abarcó doblaje, anuncios publicitarios para marcas como Dr. Pepper y Chick-fil-A, y papeles en cine y televisión. Su pasión por la narración audiovisual comenzó desde niña, cuando recibió una minicámara como regalo.
“Kelley era conocida por su calidez, creatividad y apoyo incondicional a quienes la rodeaban”, dice el comunicado publicado por sus seres queridos. “Su entusiasmo contagioso y su dedicación a su trabajo inspiraron a innumerables personas en la industria y más allá”.
El legado de Kelley Mack perdurará tanto en la pantalla como en el corazón de quienes la amaron. Su fallecimiento, causado por un glioma, visibiliza también la gravedad de este tipo de tumores cerebrales y sus devastadoras consecuencias.