Donald Trump firma el fin del cierre más largo: 43 días que sacudieron a Estados Unidos
Tras 43 días de parálisis institucional entre republicanos y demócratas, el presidente Donald Trump firmó la ley que pone fin al cierre de gobierno
Tras 43 días de parálisis institucional entre republicanos y demócratas, el presidente Donald Trump firmó la ley que pone fin al cierre de gobierno
Tras semanas de tensiones políticas entre republicanos y demócratas que desembocaron en el cierre parcial del gobierno federal desde el pasado primero de octubre, la Cámara de Representantes aprobó en la noche del miércoles 12 de noviembre un proyecto de ley destinado a poner fin al “shutdown”. La iniciativa, respaldada por una mayoría bipartidista, fue enviada al presidente Donald Trump, quien la firmó en las últimas horas, dando por concluida la parálisis institucional más prolongada en la historia de Estados Unidos.
Este cierre, que se extendió por 43 días, dejó profundas secuelas en amplios sectores de la economía estadounidense. Miles de trabajadores federales estuvieron sin recibir salario durante más de un mes, lo que redujo el consumo interno y afectó la dinámica comercial en varias regiones del país. Las principales terminales aéreas registraron demoras significativas por la falta de personal, y diversos programas de asistencia alimentaria enfrentaron retrasos, dejando a familias vulnerables en una situación aún más crítica.
“Solo quiero decirle al pueblo estadounidense que no olvide esto”, afirmó el presidente Donald Trump al firmar la medida desde el Salón Oval, rodeado por congresistas de ambos partidos. El mandatario no perdió la oportunidad de arremeter contra los demócratas, a quienes responsabilizó por no alcanzar un acuerdo más temprano que permitiera reabrir el gobierno y evitar mayores daños económicos.
“Esta no es la forma de gobernar un país. Espero que todos estemos de acuerdo en que el gobierno nunca más debería cerrar”, expresó el presidente Donald Trump durante una transmisión en vivo, insistiendo en que el costo político y social del cierre debe servir como advertencia para futuros debates presupuestales.
Las repercusiones del cierre federal fueron amplias y se sintieron tanto en el ámbito económico como en el institucional. Entre las principales consecuencias se destacan:
- Salarios no cobrados y disminución del consumo, que golpeó especialmente a empleados federales y contratistas.
- Cancelaciones de vuelos y pérdidas en el turismo, uno de los sectores más afectados por la falta de personal en aeropuertos.
- Caída en la confianza del consumidor, reflejada en indicadores económicos que mostraron un descenso sostenido.
- Paralización del gasto federal y suspensión de contratos, con impacto directo en empresas proveedoras del Estado.
- Retrasos en la ayuda alimentaria, afectando a hogares de bajos ingresos.
- Aumento de la incertidumbre para la Reserva Federal, que debió ajustar sus proyecciones ante el estancamiento económico.