COLOMBIANOS EN EL EXTERIOR

Colombia y Alemania libran una batalla silenciosa por Óscar Robayo, el joven volante caleño de 15 años que ya deslumbra en Europa y que deberá elegir a qué selección representar

A sus 15 años, Óscar Robayo ya divide opiniones en el mundo del fútbol. Nacido en Cali, Colombia, formado en Alemania y con la doble nacionalidad.

Por: Laura Campo • Colombia.com
Futbolista, Óscar Robayo. Foto: Twitter
Futbolista, Óscar Robayo. Foto: Twitter

A sus 15 años, Óscar Robayo ya divide opiniones en el mundo del fútbol. Nacido en Cali, Colombia, formado en Alemania y con la doble nacionalidad.

A sus 15 años, Óscar Robayo ya divide opiniones en el mundo del fútbol. Nacido en Cali, formado en Alemania y con la doble nacionalidad en sus manos, este volante es hoy el centro de atención de dos selecciones: Colombia y Alemania, que compiten por asegurarlo en sus procesos juveniles.


El fútbol colombiano podría estar ante la pérdida de una de sus futuras estrellas si no actúa con rapidez. Se trata de Óscar Robayo, un joven volante caleño de apenas 15 años que ya juega en Europa y que, gracias a su doble nacionalidad, podría terminar defendiendo los colores de la Selección de Alemania.

En los últimos años, la disputa entre federaciones por los talentos juveniles ha aumentado de manera considerable. Ya no se espera a que los futbolistas debuten en primera división para entrar en los planes de una selección. Por el contrario, los procesos formativos se convierten en el mejor escenario para atraer a quienes tienen la posibilidad de representar a más de un país.

Robayo es un caso claro de esta dinámica. El mediocampista hace parte de las divisiones menores del St. Pauli en Alemania, y su rendimiento ha despertado la atención de clubes tradicionales de la Bundesliga como Borussia Dortmund, RB Leipzig, Hamburgo y Wolfsburgo. La proyección del jugador, según distintos analistas, lo ubica como una de las grandes promesas del fútbol europeo a mediano plazo.

La Federación Colombiana de Fútbol, consciente de la situación, lo ha incluido dentro de la baraja de talentos observados por la Selección Sub-20. Sin embargo, no es un secreto que Alemania también lo sigue de cerca y que su estructura deportiva podría ofrecerle un camino más sólido hacia el alto rendimiento.

Este escenario revive la discusión sobre cómo el país cuida a sus jóvenes promesas. No es la primera vez que surge un caso así. Recientemente, Samy Mehreg, delantero del Deportivo Pereira con raíces libanesas, expresó públicamente que su sueño es vestir la camiseta de Colombia, a pesar de contar con la opción de representar a Líbano en competencias internacionales.

Mientras la historia de Robayo se desarrolla, la Selección Colombia de mayores se concentra en el cierre de las eliminatorias rumbo al Mundial 2026. En septiembre enfrentará a Bolivia en Barranquilla y a Venezuela como visitante, partidos en los que con una victoria aseguraría su presencia en la cita orbital.

Óscar Robayo apenas empieza a escribir su camino en el fútbol, pero ya tiene dos naciones pendientes de su decisión. Entre la pasión de vestir la camiseta tricolor y la potencia del fútbol alemán, el futuro de esta joya caleña se presenta como un duelo en el que ninguna federación quiere perder.