Joven futbolista colombiano fallece en Bolivia tras descompensarse en entrenamiento

A tempranas horas del viernes 22 de marzo se anunció el fallecimiento del futbolista colombiano, Guillermo Beltrán, de una popularidad no tan notoria, pero que emigró al fútbol boliviano en busca de una nueva oportunidad en la que pueda gozar de una mayor cantidad de minutos en el equipo Real Santa Cruz de Bolivia. 

De acuerdo con diferentes medios bolivianos, Beltrán habría sufrido un desvanecimiento luego de haber cumplido con el entrenamiento de su equipo. Algo que sorprendió completamente, ya que el jugador estaba adaptado al clima y la altura, siendo su velocidad y fuerza las características más destacadas de su juego en la liga. 

Según las fuentes bolivianas, el deportista de 24 años habría sufrido leves mareos y sensaciones de debilidad antes de caer al piso. El reaccionar del club ante la noticia fue inmediata, informar a la familia y asumir los costos de todo lo que implicara lo sucedido. 

"En el trayecto al hospital el jugador sufrió un paro respiratorio severo, esto complicó aún más su estado. Los profesionales hicieron todo lo posible para reanimarlo, pero lastimosamente su corazón no resistió", se explicó en 'El Deber'.

El club informó en sus redes sociales lo sucedido con un mensaje que decía “fue mucho más que un talentoso jugador; fue un amigo, un compañero de equipo y una inspiración para muchos. Su pasión por el juego y su espíritu incansable seguirán siendo recordados y valorados por siempre”.

Muchos colegas se manifestaron ante la noticia y a través de sus redes sociales enviaron las condolencias a la familia. Beltrán era un jugador ya consolidado en la liga boliviana y antes de llegar al altiplano, su fútbol recorrió las canchas de equipos paraguayos como Rubio Ñu y Tacuary. En nuestro país, hizo divisiones inferiores en el Atlético Nacional. 

Una noticia que sin duda pone de luto el fútbol nacional y que nos deja sin un representante ante los ojos del mundo. Un jugador que se encaminó en busca de cumplir sus sueños y que lamentablemente se vio afectado por circunstancias ajenas al juego que tantas veces disfrutó.