Juan Fernando Quintero se quedó con ganas de levantar otro título con Racing

La ilusión del equipo de los tres colombianos (Quintero, Carbonero y Martínez) de lograr el título de la Liga Argentina, y celebrar un histórico doblete, quedó en el aire tras caer de forma sorpresiva frente a Central Córdoba en un partido donde el talento colombiano brilló, pero en el equipo rival. 

El encuentro, disputado en Santiago del Estero, dejó a Racing con un sabor amargo y a Gustavo Costas, quien decidió comenzar con Juan Fernando Quintero en el banco, y permitió que Johan Carbonero tuviera algunos minutos en el terreno de juego. Sin embargo, su aporte no alcanzó para cambiar el destino del partido.

Por otro lado, la jornada fue memorable para Central Córdoba y, en especial, para el colombiano Luis Miguel Angulo. El delantero tuvo una actuación estelar que fue determinante en el marcador. A los 28 minutos del primer tiempo, Angulo asistió a Favio Cabral para abrir el marcador. Poco antes del descanso, en el 45+1, el propio Angulo amplió la ventaja con un gol que desató la euforia local.

El momento más destacado llegó al inicio de la segunda mitad, con Luis Miguel firmando su doblete al minuto 51. Su tercer gol fue una obra de arte, con una finta que dejó a los defensores sin reacción antes de definir con precisión frente al portero de Racing. Aunque Agustín García logró descontar para la 'Academia', el esfuerzo no fue suficiente para revertir el resultado.

Con esta derrota, Racing quedó relegado al tercer lugar en la tabla de posiciones con 43 puntos, perdiendo cualquier posibilidad de aspirar al título. Por su parte, Central Córdoba, ubicado en la decimonovena posición con 31 puntos, celebró una victoria que quedará en la memoria por el talento demostrado ante el campeón continental.

Por otro lado, la actuación de Luis Miguel Angulo no solo marcó la diferencia en el partido, sino que también destacó nuevamente el protagonismo colombiano en el fútbol argentino, incluso cuando dos de sus compatriotas estaban del otro lado. Para Racing, queda el consuelo de su reciente título internacional, mientras su afición lamenta la oportunidad perdida en la liga doméstica.