Copa Colombia

Nacional vs Medellín: la final de la Copa BetPlay quedó abierta tras el penúltimo clásico del año

Atlético Nacional no supo aprovechar la localía frente a su rival de patio, por lo que todo se definirá el próximo miércoles. 

Por: Carlos Guevara • Colombia.com
Jaime Alvarado fue uno de los jugadores más señalados en el encuentro. Foto: Twitter @DIM_Oficial
Jaime Alvarado fue uno de los jugadores más señalados en el encuentro. Foto: Twitter @DIM_Oficial

Atlético Nacional no supo aprovechar la localía frente a su rival de patio, por lo que todo se definirá el próximo miércoles. 

La final de la Copa BetPlay 2025 comenzó con un clásico paisa en el que Atlético Nacional e Independiente Medellín igualaron sin goles en el partido de ida, en un estadio Atanasio Girardot colmado y vestido de fiesta por ambas hinchadas. 

Desde el arranque, el encuentro se caracterizó más por la fricción que por el buen trato del balón. El primer tiempo fue espeso, interrumpido y con poco ritmo. Nacional y Medellín optaron por el choque, por el duelo físico y por no conceder espacios, lo que derivó en un partido cortado de manera constante. El árbitro Jairo Mayorga, en su primera experiencia dirigiendo una final, tuvo que aparecer seguido para sancionar infracciones y tratar de mantener el control.

Las ideas escasearon y las llegadas claras brillaron por su ausencia durante gran parte de esa primera mitad. Ninguno de los dos logró imponer condiciones ni generar sociedades que rompieran líneas. Fue un trámite trabado, previsible y con más tensión que fútbol, valga la redundancia, algo que terminó reflejándose en el marcador al descanso.

Tras el paso por los vestuarios, el panorama empezó a cambiar, sobre todo del lado verdolaga, pues Atlético Nacional regresó con una actitud más decidida y asumió la iniciativa desde los primeros minutos del complemento. Esa reacción obligó a Medellín a replegarse y a jugar más cerca de su área, cediendo terreno y apostando a resistir.

En ese momento emergió la figura que terminaría marcando la noche, el yorugua Washington Aguerre, quien respondió de inmediato ante un remate de Alfredo Morelos apenas comenzado el segundo tiempo y, a partir de ahí, se convirtió en un muro. Nacional insistió, empujó y generó las opciones más claras del partido, pero siempre se encontró con las manos seguras del guardameta rojo.

Medellín, por su parte, tuvo dificultades para sostener el balón y le costó salir con claridad. No logró equilibrar el trámite ni inquietar con frecuencia el arco rival. La responsabilidad ofensiva fue casi exclusiva del local, que tuvo la ambición y el control, aunque no la precisión necesaria para romper el cero.

Más allá del esfuerzo y la intensidad, el clásico quedó en deuda desde lo futbolístico. Un 0-0 en una final siempre llama la atención, sobre todo cuando el contexto invitaba a algo más. Aun así, la serie sigue abierta y el resultado deja todo para definirse en la revancha.

La vuelta, con el título en juego, promete un escenario distinto. Con la obligación de arriesgar un poco más y con el antecedente de este primer capítulo, Nacional y Medellín tendrán la oportunidad de ofrecer un partido más suelto y decisivo.