Liga BetPlay: jugador del Unión Magdalena es señalado por amaño de partidos tras polémica expulsión

Para colmo de males, el ambiente alrededor del Unión Magdalena tras el descenso en la Liga BetPlay volvió a calentarse, por lo que aún no hay tranquilidad ni en el 'Ciclón', ni en la "Bahía más linda de América" para pensar en lo que viene en la B para 2026. 

Y es que ahora el protagonista es Héctor Urrego, zaguero viejo conocido en la Liga BetPlay, quien salió expulsado frente al Tolima y terminó en el centro de un rollo tremendo: fue señalado nada menos que por el presidente del club, Eduardo Dávila, de supuestamente hacerse echar a propósito para favorecer apuestas.

Ante esto, Héctor Urrego salió a defenderse, indignado, diciendo que eso fue una jugada normal, que él siempre va fuerte, agregando que agradece que no lo metan en líos raros, que él no se mete en ese tema de amaños y que simplemente tuvo un mal día y pare de contar. Además, dejó claro que en el primer semestre sí hubo cosas raras, que todos sabían, que el equipo está como está por otras razones.

Pero ojo al contexto, porque aquí hay un detalle clave: tanto el directivo como el jugador ya han tenido historial de líos gruesos en la Liga BetPlay. Lo de Dávila está fresco en la memoria del hincha, recordando cuando salió con la frase de que el fútbol femenino “no daba plata” y que “no era un deporte para mujeres”. Ese comentario todavía retumba en redes y en el país entero. O sea, no es la primera vez que el mandamás del Unión Magdalena queda en el ojo del huracán por declaraciones fuera de tono.

Y del otro lado está Héctor Urrego, que tampoco ha sido perita en dulce, pues en Santa Fe lo recuerdan bien, y no precisamente por su talento, ya que fue sancionado por una fea agresión contra un colega, una patada desproporcionada que le costó varios partidos afuera.

Ese temperamento del jugador no es nuevo, y por eso muchos dirán que su expulsión entra dentro de su estilo aguerrido y a veces pasado de rosca, más que dentro de una novela de apuestas clandestinas. Que se haga echar no sería novedad; que lo haga por plata, ya es otro cuento.

La cosa, como quien dice, está picante y todavía falta ver qué sale de todo esto. Héctor Urrego dijo que va a llamar a Dávila y pedir explicaciones; él jura que esto es injusto y que lo juzgan por la mala campaña. Si el directivo decide formalizar la denuncia, ahí sí el tema pasará a mayores, y lo más seguro sería que el jugador termine apartado mientras investigan. Sea verdad o no, por ahora esto deja claro que en el Unión Magdalena, ni descendidos encuentran paz.