Ya son tres en menos de una semana: entrenador de la Liga BetPlay presentó su carta de renuncia

Tras la salida de Javier Gandolfi y la renuncia de Jorge Bava, un nuevo director técnico se despide de la Liga BetPlay. 

Por: Carlos Guevara • Colombia.com
Camilo Ayala deja al Deportivo Pasto en la última posición de la tabla de posiciones del rentado local. Foto: Twitter @DeporPasto
Camilo Ayala deja al Deportivo Pasto en la última posición de la tabla de posiciones del rentado local. Foto: Twitter @DeporPasto

Tras la salida de Javier Gandolfi y la renuncia de Jorge Bava, un nuevo director técnico se despide de la Liga BetPlay. 

Es evidente que, contrario al volcán que se encuentra a unos kilómetros de su sede deportiva, los problemas en el Deportivo Pasto comienzan a erupcionar, atravesando así uno de los capítulos más críticos de su historia reciente en la Liga BetPlay. 

La reciente renuncia de Camilo Ayala como director técnico acaba de ser la última gota que rebasa el vaso, dejando en evidencia un cúmulo de contratiempos que trascienden lo deportivo y que amenazan con arrastrar al club a una crisis aún más profunda.

Camilo Ayala, quien pasó de ser jugador a director técnico tras culminar la Liga BetPlay 2024-II, estuvo al frente del Deportivo Pasto durante 268 días, y dirigió un total de 37 partidos, en los que alcanzó 12 victorias, 10 empates y 15 derrotas. Un balance irregular que, sin embargo, no es la única causa de su salida, pues los conflictos internos y las sospechas alrededor de apuestas deportivas pesaron tanto como los malos resultados.

No obstante, el ambiente dentro del vestuario se ha vuelto insostenible. Entre rumores de falta de compromiso de algunos jugadores y la creciente duda sobre la influencia de las casas de apuestas tras el más reciente partido ante América en la Liga BetPlay, la confianza se ha roto.

Esto ha generado que el plantel se encuentre dividido y que la hinchada vea con recelo cada presentación del equipo. Ayala, consciente de que no contaba ni con el respaldo institucional ni con la estabilidad necesaria para trabajar, optó por dar un paso al costado.

La directiva, ahora, se enfrenta a un reto mayor: encontrar un técnico que quiera asumir semejante desafío, puesto que no se trata solo de enderezar el rumbo deportivo, sino de reconstruir la confianza de un grupo fracturado y de una afición que ya no cree en los procesos. 

De esta forma, la renuncia de Camilo Ayala puede interpretarse como un grito de alerta, la muestra de que algo no anda bien y de que los cambios superficiales no basta, por lo que el futuro del Deportivo Pasto está en entredicho, y solo un giro profundo en la manera de manejar la institución permitirá que el equipo recupere la credibilidad perdida y vuelva a enfocarse en lo que debería ser su única prioridad: el fútbol.