Millonarios separa a uno de sus jugadores del primer equipo por actos de indisciplina

En Millonarios es evidente que la calma brilla por su ausencia, y eso que en la semana se anunció la renovación de Leonardo Castro, una noticia que en otro momento habría sido motivo de fiesta. Pero no, el panorama hoy no está para celebraciones.

El equipo azul vive un cierre de semestre lleno de nubarrones, con un camerino tenso, resultados que no acompañan y ahora un nuevo lío que vuelve a sacudir la interna del club. El empate reciente frente al Bucaramanga fue la gota que rebosó la copa para muchos hinchas.

Con ese resultado, Millonarios quedó prácticamente sin chances de clasificar, y lo que era una ilusión hace un par de meses, hoy parece un recuerdo borroso. Pero como si no bastara con el bajón futbolístico, ahora el nombre de Iván Arboleda se roba todos los titulares, y no precisamente por sus atajadas.

 Resulta que el arquero quedó por fuera de la convocatoria para el duelo ante los 'leopardos', algo que de inmediato encendió las alarmas. En la lista solo aparecieron Guillermo de Amores y Diego Novoa, y claro, la pregunta fue la misma en todas partes: ¿qué pasó con Iván Arboleda? Según versiones de prensa, el portero habría sido apartado del grupo por motivos disciplinarios, una historia que, si se confirma, termina por empeorar el ambiente interno del club.

Y es que el tema no es menor, ya que Iván Arboleda ya había tenido un paso turbulento por Millonarios, pues meses atrás renunció, pero volvió cuando llegó Hernán Torres, recuperando la confianza y la titularidad. Sin embargo, ahora, justo cuando el equipo más necesita unión, el guardameta vuelve a estar en el ojo del huracán. En redes, los hinchas no le perdonan ni media, algunos piden sanción ejemplar, otros exigen que no vuelva a vestirse de azul, mientras el club, por ahora, guarda silencio.

De esta forma, la situación es compleja. Millonarios, que empezó el semestre con ilusión y una nómina que prometía pelear arriba, hoy se ve sumido en una tormenta de dudas y conflictos internos. Entre los rumores de vestuario, las decisiones técnicas cuestionadas y los resultados que no llegan, el panorama parece desolador.

Y por si fuera poco, el calendario no da respiro. En cuestión de días se viene el clásico capitalino ante Santa Fe, un partido que siempre pesa, más aún cuando el orgullo es lo único que queda por disputar. Torres busca recomponer el rumbo, Castro renueva para dar un aire de esperanza, pero las sombras del camerino y los ecos de la indisciplina siguen retumbando.