Liga BetPlay: la Comisión Arbitral confirma el nombre del segundo juez vetado para el 2026

El arbitraje en el Fútbol Profesional Colombiano vuelve a quedar en el centro de la conversación, otra vez, por decisiones administrativas que marcan un antes y un después, luego de que en menos de una semana, dos jueces centrales quedaran definitivamente por fuera de sus labores, una situación poco común que vuelve a poner sobre la mesa la forma en la que se evalúa el desempeño arbitral en el país.

El caso más reciente es el de Nolberto Ararat, quien recibió una sanción definitiva que le impide volver a dirigir en cualquiera de las competencias organizadas por Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol. Liga BetPlay, Superliga, Copa Colombia y Torneo BetPlay quedan fuera de su alcance, así como cualquier posibilidad de presencia internacional.

Todo esto debido a que Nolberto Ararat ya venía arrastrando cuestionamientos desde el partido de Liga BetPlay disputado el 9 de marzo de 2025 entre Junior y Millonarios, en el estadio Metropolitano. Aquel encuentro dejó varias decisiones polémicas, especialmente un penal sancionado tras una acción en el área que generó debate inmediato, además de otra infracción señalada en los minutos finales que también dividió opiniones.

Además, la sanción de Nolberto Ararat se conoció el mismo fin de semana en el que se confirmó la exclusión definitiva de Jhon Hinestroza, otro árbitro que ya había sido castigado anteriormente. En su caso, el episodio se remonta a diciembre de 2024, en un duelo de cuadrangulares de Liga BetPlay entre Once Caldas y Deportes Tolima, donde una mano en los minutos finales que no fue sancionada ni revisada adecuadamente desde el VAR derivó en una suspensión inicial de un año.

Dos casos distintos, dos partidos diferentes, pero un mismo desenlace. Esa coincidencia ha despertado inquietudes dentro y fuera del campo. No es un secreto que el arbitraje colombiano ha sido blanco constante de críticas, incluso con jueces experimentados que siguen siendo designados pese a errores repetidos. Por eso, la pregunta sigue siendo cuál es el criterio real para aplicar sanciones tan severas.

Diversas voces especializadas han señalado que no todos los errores parecen medirse con la misma vara, pues mientras algunos fallos terminan en castigos ejemplares, otros pasan sin mayores consecuencias, por lo que el mensaje que queda es confuso y deja la sensación de que el sistema todavía carece de transparencia.