Ni goles ni asistencias: los colombianos del Girona decepcionan en la goleada del Levante
Girona cayó ante Levante en Montilivi, con dos expulsiones que lo hundieron en la tabla y con sus futbolistas colombianos sin protagonismo.

Girona cayó ante Levante en Montilivi, con dos expulsiones que lo hundieron en la tabla y con sus futbolistas colombianos sin protagonismo.
El Girona vivió una jornada para el olvido. La goleada 0-4 sufrida frente al Levante en Montilivi no solo lo deja en el último lugar de LaLiga EA Sports, sino que expone una preocupante fragilidad en lo futbolístico y en lo anímico. Con dos expulsiones que condicionaron el encuentro, los dirigidos por Míchel Sánchez quedaron sin respuesta ante un rival que aprovechó cada error y celebró su primera victoria del campeonato.
Desde el inicio, el partido se inclinó hacia un desenlace desfavorable para Girona. El equipo catalán intentó presionar alto, pero la falta de claridad en los metros finales lo condenó. Axel Witsel fue expulsado al minuto 30 tras una doble amonestación y, con uno menos, la defensa local se resquebrajó. Karl Etta Eyong abrió la cuenta con un cabezazo antes del descanso, y a partir de ahí el Levante se adueñó del compromiso.
La segunda parte trajo consigo otro golpe devastador: Vitor Reis vio la roja directa por una dura entrada sobre Carlos Álvarez. El propio jugador convirtió el tiro libre en el 0-2, mientras Montilivi se sumía en un silencio resignado. Iván Romero y Goduine Koyalipou ampliaron la ventaja hasta sellar una goleada que desató la ira de la afición, que terminó coreando “Directiva dimisión” y abandonando las gradas antes del final.
El dato que preocupa aún más en clave rojiblanca es el bajo rendimiento de sus jugadores de origen colombiano. Ni Yáser Asprilla ni Joel Roca, llamados a aportar desequilibrio y frescura, lograron marcar diferencia: no dieron asistencias, no generaron peligro y quedaron anulados por la defensa granota. Su opaca actuación reflejó la falta de ideas colectivas del equipo, que apenas ha marcado dos goles en cinco partidos y es, además, el más goleado de la liga con 15 tantos en contra.
Míchel, visiblemente frustrado, pidió unidad y sacrificio tras el encuentro, pero el calendario no le da margen de error. En los próximos días, Girona deberá visitar San Mamés y luego recibir al Espanyol, dos rivales que atraviesan mejor momento. La crisis deportiva ya empieza a convertirse en institucional: la grada desconfía de la directiva y el proyecto tambalea cuando apenas comienza la temporada.
Por el contrario, el Levante celebró un triunfo revitalizante. Julián Calero destacó la solidez de sus jugadores y su capacidad para mantener la calma en un escenario hostil. Con cuatro puntos, los granotas se alejan momentáneamente del descenso y miran al futuro con optimismo.