Millonarios campeón: Desde los once metros, el albiazul se quedó con la primera estrella de 2023

El barrio Bastidas, en pleno centro de la ciudad de Santa Marta, recibió el 3 de febrero de 1964 a Alberto Miguel Gamero Morillo. 16 años después, ya hacía parte de la selección de fútbol del Magdalena, donde fue dirigido por, en ese momento, un desconocido Eduardo Julián Retat. En aquel año, justamente, levantaría su primer campeonato, el de la Difutbol: la División colombiana de fútbol aficionado, compartiendo equipo con otro desconocido de cabellera rebelde: Cierto Carlos Alberto Valderrama Palacios.

Aquel samario de melena revolcada, aunque de matiz oscuro, sabía que estaba para más y, apenas dos años después, ya vestía la camiseta del Unión Magdalena, en la que sería su primera experiencia como profesional. Su paso por el ciclón fue estruendoso y, rápidamente, se convirtió en el jugador con más partidos jugados en el campeonato. Su temporada fue suficiente para que lo llamaran del centro del país.

Luis Eduardo ‘el Chiqui’ García, lo quería en su Millonarios de finales de los años 80 y, efectivamente, llegó. El defensa central jugó un total de 112 partidos con la camiseta del cuadro embajador, llegando incluso a anotar dos goles: Frente al Cúcuta, el 15 de junio de 1988 y otro al Deportivo Cali el 14 de agosto de 1991. Con él en la defensa, Millonarios alcanzaría su último título en la era de los torneos largos, en el año de 1988.

Como dato curioso, en aquel campeonato, el cuadro embajador se quedó con el título tras obtener el primer lugar del octogonal final, luego de obtener 22 puntos. Su más cercano perseguidor fue, justamente Atlético Nacional, que se quedó con apenas 18. Así, 32 años después, el ‘Tito’, como se lo conoció toda la vida, volvió al equipo donde fue grande, aunque esta vez como entrenador.

Y, este 24 de junio de 2023, 35 años después de aquel título, Alberto Gamero vuelve a saborear el placer de ser campeón, luego de haberlo logrado con Boyacá Chicó y Deportes Tolima. Sin embargo, el samario quería un título con su equipo del alma y, hasta este sábado, parecía que no se le daba. Ahora fue desde los penaltis y en final directa frente a Atlético Nacional. ¿El héroe? Larry Vásquez, a quien la providencia encargó el último penalti embajador.

Las lágrimas del entrenador y ex jugador son absolutamente elocuentes. Jugando un fútbol de absoluta calidad, el título se le había escapado. En esta ocasión, el juego de su equipo era más terrenal. Sin embargo, eso bastó para ser uno de los 2 mejores equipos del torneo. El título ganado por Gamero se convierte en el premio a todo un proceso de 4 años que, por momentos, parecía que se iba a caer, pero que siempre podía levantarse, mejorar y avanzar.

Ahora el reto es más grande, pues desde ya Millonarios está inscrito en la fase de grupos de la Copa Libertadores, lo que sí que ha sido un pendiente para el llamado Ballet Azul. Por ahora, los hinchas azules celebran el título que los pone apenas una liga por debajo de Atlético Nacional, mientras Gamero, seguramente, después de 4 años, dormirá en absoluta tranquilidad.