El gol 940 de Cristiano no bastó: Al Ahli se quedó con el título en Arabia Saudita
Cristiano Ronaldo marcó y brilló, pero el título terminó en manos del Al-Ahli tras una dramática definición en Hong Kong.

Cristiano Ronaldo marcó y brilló, pero el título terminó en manos del Al-Ahli tras una dramática definición en Hong Kong.
Cristiano Ronaldo volvió a ser protagonista en una final, pero ni siquiera su gol número 940 como profesional pudo evitar que el Al-Nassr cayera en la Supercopa de Arabia Saudita 2025. En un duelo emocionante disputado en el Hong Kong Stadium, el Al-Ahli se impuso desde los doce pasos (5-3) tras un empate 2-2 en los 90 minutos reglamentarios.
El encuentro comenzó con ritmo frenético y con el Al-Nassr decidido a golpear primero. Al minuto 17, Cristiano Ronaldo transformó un penalti con la frialdad que lo caracteriza, adelantando a su equipo y levantando la ilusión de los aficionados saudíes. Sin embargo, el Al-Ahli no tardó en reaccionar. Con autoridad en el mediocampo, Franck Kessié logró el empate antes del descanso, aprovechando un error defensivo que descolocó al portero Ospina.
La segunda parte mantuvo la misma intensidad. Marcelo Brozovic, con un remate preciso desde el borde del área, devolvió la ventaja al Al-Nassr, que parecía encaminado al título. Pero el Al-Ahli no bajó los brazos y, cuando el reloj marcaba el minuto 89, Roger Ibañez sorprendió con un cabezazo imparable para decretar la igualdad y mandar la final a la definición desde el punto penal.
En la tanda decisiva, Cristiano cumplió desde los once pasos y sus compañeros Joao Félix y Brozovic hicieron lo propio. Sin embargo, Abdullah Al-Khaibari falló en el cuarto cobro y dejó en bandeja el título al rival. El Al-Ahli no perdonó: Galeno anotó el penal definitivo y desató la euforia de sus seguidores.
El protagonismo de la final también recayó en Édouard Mendy, guardameta del Al-Ahli, que se vistió de héroe al detener los intentos más peligrosos durante el encuentro y reforzar la confianza de su equipo en la tanda. Riyad Mahrez y Kessié, además de Ibañez, fueron piezas clave en la consecución del título, confirmando la solidez del proyecto deportivo del club.
Con esta conquista, el Al-Ahli suma un nuevo trofeo a sus vitrinas y manda un mensaje claro: su plantilla está preparada para competir con los gigantes del fútbol saudí. Por su parte, el Al-Nassr, pese al liderazgo indiscutible de Cristiano Ronaldo, prolonga su sequía de títulos oficiales y se marcha con la frustración de haber rozado la gloria sin alcanzarla.
El triunfo del Al-Ahli no solo les entrega un nuevo título, sino que reafirma la paridad en el fútbol saudí, donde ni siquiera el brillo de Cristiano garantiza la gloria.