Por: Alexandra Mendez • Colombia.com

Así es el proceso de duelo que sufren las mascotas cuando son abandonadas

Un estudio reveló que se estima que en Bogotá hay 66.467 perros abandonados; es decir 165 caninos por kilómetro cuadrado.

Duelo en mascotas: ¿Qué tanto sufren al ser abandonadas?. Foto: Freepik
Duelo en mascotas: ¿Qué tanto sufren al ser abandonadas?. Foto: Freepik

Un estudio reveló que se estima que en Bogotá hay 66.467 perros abandonados; es decir 165 caninos por kilómetro cuadrado.

El abandono animal es una problemática que está muy presente en la mayoría de países latinoamericanos y alrededor del mundo, esto se debería a la gran cantidad de personas que siguen criando sin control más mascotas para obtener beneficios monetarios.

Generalmente, cuando las mascotas se convierten en un problema para las familias deciden abandonarlas a su suerte, incluso muchos no planean lo que pasará con los animales si ocurrieran ciertos eventos en sus vidas, por ejemplo una ruptura amorosa.

Un estudio publicado por el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), reveló que tan solo en la capital del país se estima que hay 66.467 perros que deambulan por las calles; es decir, 165 caninos abandonados por kilómetro cuadrado. 

Por otro lado, la misma entidad llevó a cabo una investigación en la que determinó cuáles son los sentimientos que tienen los perros cuando son abandonados a su suerte y tienen que empezar a encontrar por sí mismos recursos para sobrevivir en las calles. 

El análisis determinó que el 78 por ciento de los perros deambuladores tenían un comportamiento tranquilo y agradecido al ser rescatados, lo que indicaría que anteriormente habían estado con una familia y estaban acostumbrados a la interacción con humanos.

“El 51 por ciento se encontraba durmiendo o descansando y en el 91% evidenciaron comportamientos de animales domésticos”, explicó la entidad en su informe. Según el documento, la mayoría de estos perros son adultos de tamaño mediano.

La investigación reveló además que los animales abandonados, ya sean perros o gatos, atraviesan por periodos de ansiedad al pasar de tener una vida cómoda a tener que sufrir de hambre, sed, enfermedades o enfrentamientos callejeros que les pueden dejar lesiones. 

Según la directora de programas en Humane Society International México, Claudia Edwards Patiño, en entrevista para Infobae, las mascotas pueden pasar por múltiples procesos que les generan sentimientos negativos y hasta depresión.

“Cuando los animales son abandonados sufren diferentes estados mentales negativos, que por supuesto no son deseables. El miedo, aunque es una emoción normal que ayuda al cuerpo a adaptarse, puede desarrollarse en pánico”, dice la experta.

Patiño también hizo referencia a que aunque los perros son los que mayores casos de abandono presentan, los gatos atraviesan por situaciones similares que también les pueden generar emociones negativas.

“Va a caer en una situación de tristeza y esto puede llevar a la depresión, donde habrá un estado de desesperanza, los animales sienten que nadie los va ayudar, y este estado los puede llevar a la anorexia, a la falta de movimiento y algunos pues se ‘pueden dejar morir’”, dijo.

Finalmente, la experta señaló que ante el abandono animal no se genera sólo una problemática ambiental sino también una problemática social, pues los refugios sufren un fuerte impacto financiero al tener que recibir a una gran cantidad de animales abandonados. 

Al no recibir fondos del gobierno para su manutención y sostenimiento, tienen que recurrir a otras alternativas como donaciones que muchas veces no son suficientes. “Por lo general no reciben fondos del gobierno y dependen de las donaciones para brindar la atención necesaria a los animales no deseados”, dice Four Paws, organización internacional en defensa de los animales. 

Por ello, en algunos casos los refugios tienen que tomar decisiones muy difíciles en torno a la eutanasia para animales callejeros cuando completan su capacidad máxima y el dinero ya no es suficiente. 

En ese sentido, es necesario que las entidades, tanto privadas como gubernamentales, tomen medidas para incentivar la adopción animal y evitar la compra de mascotas de criaderos. Asimismo se evidencia la necesidad de la creación una política pública que ayude a mitigar el impacto.