Por: Karen Benavides • Colombia.com

Fundación entrena animales callejeros para ser perros de terapia asistida

Fundación resocializa y entrena animales callejeros o de difícil adoptabilidad para que se conviertan en perros de terapia asistida que cambian la vida de muchas personas.

Perros de difícil adopción son entrenados para ayudar a personas que necesitan terapia. Foto: Shutterstock
Perros de difícil adopción son entrenados para ayudar a personas que necesitan terapia. Foto: Shutterstock

Fundación resocializa y entrena animales callejeros o de difícil adoptabilidad para que se conviertan en perros de terapia asistida que cambian la vida de muchas personas.

No cabe duda de que la popular frase “el perro es el mejor amigo del hombre” es completamente cierta, sin embargo, aún parecen existir algunos seres humanos que no lo han comprendido o no se han dado la oportunidad de vivir la maravillosa experiencia de tener la compañía de estas mascotas, por lo que terminan rechazándolos, maltratándolos y abandonándolos sin ningún tipo de remordimiento.

Y aunque son numerosos los refugios o fundaciones que se hacen cargo de estos animales que han estado en condición de calle o en manos de malas personas, no todos estos seres logran encontrar una nueva familia, bien sea por su edad, por su apariencia, por su estado físico, entre muchas otras razones.

No obstante, la Fundación Instintos, en Medellín, encontró una solución para estos canes callejeros o de difícil adoptabilidad, que están destinados a pasar toda su vida en un refugio; mediante resocialización y entrenamiento, los convirtió en la salvación y el apoyo para mujeres, hombres, abuelos y niños que están en condiciones de vulnerabilidad o que necesitan terapia asistida.

Además de los animales, son varios los beneficiados por la labor de esta fundación; por un lado están los entrenadores, jóvenes del sistema de responsabilidad penal para adolescentes, jóvenes vulnerables o mujeres vulnerables, quienes encuentran en estas tareas actividades diferentes para distraerse, nuevas alternativas y una hermosa responsabilidad al convertirse en protectores de los animales.

Por otro lado, tras el entrenamiento que dura entre 4 o 6 meses, se encuentran otros actores del círculo de beneficiarios, quienes reciben el apoyo de los animales como compañía o, incluso como terapia; adultos mayores (muchos con deterioro cognitivo), población con discapacidad intelectual, pacientes de unidades oncológicas y personal de la salud, son los que pertenecen a este grupo de afortunados.

En cuanto al trabajo con adultos mayores, Sara Jaramillo, creadora de Fundación Instintos, cuenta para Caracol Noticias que se ha logrado hacer también un intercambio generacional, normalmente los jóvenes trabajan con esos adultos mayores que también han sido vulnerados y ya ahí no solamente la magia es el perro, es el joven, la historia del abuelo, la historia del joven, se crean y se tejen historias muy bonitas”.

Primero son entrenados y luego cumplen su labor como perros de terapia. Foto: Instagram @fundacioninstintos

Por otro lado, respecto a los jóvenes con discapacidad intelectual que el vínculo que se genera entre ellos y los animales de la fundación es importante porque genera lazos de compañía, disminuye niveles de ansiedad, soledad y depresión, especialmente en la pandemia.

De hecho, es lo mismo que sucede con el personal de la salud, pues al estar expuestos a una gran tensión recientemente por la crisis sanitaria por la que atraviesa el mundo, son propensos a desarrollar preocupantes episodios de estrés y frustración, los cuales disminuyen con el amor que es capaz de brindar un perro y la tranquilidad que puede transmitir.

Lo mejor de todo esto es que los animales no cumplen esta labor de por vida, sino que tienen la oportunidad de encontrar una familia mucho más rápido tras este entrenamiento, tal como lo indica Jaramillo, pues en 3 años, han adiestrado a 30 perros, todos han encontrado un nuevo hogar y nunca han tenido una devolución.