La historia de Simón: niño dejó a su perro en un albergue pues su papá lo maltrataba

La historia de un niño en México y su perro Simón conmovió a los usuarios de redes sociales en 2020, luego de que el pequeño decidiera dejar a su mascota en el refugio de animales ‘Pergatuzoo’ para evitar que su padre lo siguiera maltratando, tal como lo dio a conocer en sus declaraciones y en una carta que dejó a los que serían sus cuidadores.

“Te dejo a Simón, es mi perro, no quiero que mi papá le pegue, llora mucho porque no hay comida, te dejo mis ahorros para sus tortillas. No le peguen, porque mi papá le pega mucho, Simón come mucho. No se lo lleven, cuando crezca vengo por Simón”, se puede leer en la carta, con algunos errores ortográficos al tratarse de un niño de tan corta edad.

Ahora, dos años después de que se difundiera la historia, el refugio ha mostrado fotos de cómo luce el animal, y ha sorprendido a quienes conocieron el caso al demostrar que el pequeño, aunque no ha podido llevarse a su mascota de nuevo a casa, sigue enviando cartas al canino y hasta algunas monedas para su comida y cuidado.

Simón ya tiene dos años de edad y es todo un adulto, lo cual queda demostrado en su gran tamaño, y sobre su relación con su dueño, el refugio dio a conocer que uno de sus funcionarios mantiene informado a este niño sobre todo lo que sucede con Simón, cumpliendo su palabra de no llevarlo a ningún otro lugar ni darlo en adopción.

“Simón te extraño, me dijeron que te llevaron al veterinario, te dejo 3 pesos para tu tortilla”, “me dijeron que juegas luchitas y todos se enojan… pórtate bien, regreso pronto, no juegues luchitas para que no te corran”, “hola Simón, no puedo verte por el covid. Mi papá no me deja salir. Te mando tu comida y tres pesos. Mi papá no tiene trabajo. Pórtate bien, te extraño”, son los mensajes que se pueden apreciar en algunas de las cartas enviadas al refugio.

Y es que, precisamente, el refugio ‘Pergatuzoo’ recordó la historia de este canino y mostró cómo se encuentra actualmente para resaltar su labor con estos peludos, la cual estaría en riesgo al entrar en una crisis económica que les impediría seguir cuidando de los animales que tienen a su cargo, incluido Simón.

Por fortuna, al revivir este caso y valorar el trabajo de estas personas, fueron muchas las personas que se pusieron la mano en el corazón y decidieron ayudar a la fundación, por lo cual enviaron dinero para colaborar y evitar que este establecimiento tuviera que terminar cerrando sus puertas dejando sin un hogar y sin el amor que necesitan a muchas mascotas que actualmente se encuentran allí.