Perrita duró 30 horas bajo tierra tras haber caído en un agujero de conejos

Con el tiempo ha quedado más que clara la gran conexión que puede llegar a existir entre una persona y su mascota, hasta tal punto que cualquiera sería capaz de hacer lo que sea por el otro. De hecho, son muchas las historias que se conocen a diario en las que queda en evidencia la inigualable fidelidad de los animales con sus amos, acompañándolos incluso después de su muerte; no obstante, también sucede de modo contrario.

Cuando logras sentir el verdadero amor de un animal, sabes que podrías poner en riesgo tu propia vida por salvarlo, como si se tratara de cualquier otro ser querido, y esto es completamente normal pues realmente son un integrante más de las familias. Esto quedó demostrado en un reciente hecho que se dio en Reino Unido, donde un hombre montó un gran operativo de rescate para salvar la vida de su perrita, la cual había caído en un agujero.

Esto sucedió en la reserva natural de Burlish Top, donde Duncan Flowers, un hombre de 54 años, se encontraba en compañía de su perrita cocker spaniel, Dizzy; no obstante, en un descuido su mascota cayó en un agujero y fue a parar, aparentemente, en una madriguera de conejos varios metros hacia abajo, ya que estas son muy comunes en dicha zona.

Con gran desesperación al saber que la vida de su compañera fiel se encontraba en peligro, Duncan comenzó las labores de rescate sin darse por vencido, aun cuando parecía no haber ningún avance y que nunca volvería a verla.

Como sabía que era un trabajo que no podría hacer solo y que si quería encontrar a su mascota necesitaba que alguien le diera una mano, localizó a 24 compañeros, quienes acudieron de inmediato a su llamado. Los hombres llegaron al lugar con una retroexcavadora y una cámara de drenaje, y de inmediato comenzaron a cavar.

Fueron 30 horas las que duró Dizzy bajo tierra, pues los hombres abrían un hueco cada vez más hondo sin dar con su paradero, hasta que finalmente llegaron al hogar de los conejos, aproximadamente a 6 metros de profundidad.

Con un emotivo reencuentro, Duncan pudo volver a tener a su perrita cocker spaniel en sus brazos, la abrazó y la llevó contra su pecho durante un tiempo considerable, sintiendo el alivio por haber podido rescatarla, incluso si en algunos momentos llegó a darlo todo por perdido.

“Veinticinco de nosotros excavamos durante más de tres horas con la ayuda de un JCB y finalmente apareció Dizzy. Que ella saliera de repente fue un milagro, lo mejor del mundo…Todo el mundo estalló en llanto, 25 tipos corpulentos llorando a lágrima viva”, explicó al portal 'The Sun' el dueño de esta perrita que ama perseguir conejos, pero a la que ya no volverán a perder de vista jamás.