Policía rescató un mono ardilla en un apartamento de Bogotá

Constantemente las autoridades hacen énfasis en la importancia de respetar el hábitat natural de las especies silvestres, insistiendo en la importancia de no adoptarlas o comprarlas, pues no son animales que se deban tener en una casa o apartamento como mascotas; no obstante, aún son muchas las personas que, pensando en tener un animal diferente a su lado, terminan privando de la libertad a estos seres, a pesar de que en muchas zonas se trata de un delito.

Al respecto, el pasado viernes, 25 de marzo, la Alcaldía de la localidad de Kennedy, en Bogotá, dio a conocer el rescate de un mono ardilla que se llevó a cabo en el barrio María Paz; el animal se encontraba retenido como mascota en un apartamento ubicado en dicha zona, y fueron los vecinos del sector quienes se encargaron de alertar a las autoridades.

Proteccionistas de la localidad fueron los primeros al llegar al lugar en el que se encontraba este mono, se lo llevaron de allí y lo entregaron a la Policía Ambiental y Ecológica; este último organismo verificó el estado de salud del mono y lo trasladó de forma inmediata a la Secretaría de Ambiente. “En compañía de proteccionistas, rescatamos un mono ardilla en el barrio María Paz, que era tenido como mascota en un apartamento del sector. El caso fue reportado por un miembro de la comunidad”, se puede leer en la publicación hecha por la Alcaldía en Twitter.

Es de esta forma como se inició un proceso de recuperación del animal, así como de rehabilitación, con lo cual se verifica que esté en óptimas condiciones para ser dejado en libertad en el hábitat del cual nunca debió ser apartado.

Entretanto, teniendo en cuenta este caso particular y otros similares, las autoridades competentes hacen un llamado a la comunidad para que no apoyen la comercialización ilegal de dichas especies, y eviten terminar involucrados en conflictos legales, pues su tenencia como mascotas es considerada un delito.

“Hacemos un llamado a los habitantes de la localidad y de toda Bogotá en general para que se abstengan de comprar y tener animales silvestres como mascotas ya que, además de ser ilegal, les hacen un daño enorme a estos seres vivos que siempre deben estar en su hábitat. Los invito a denunciar estos casos ante las autoridades competentes como lo son la Secretaría de Ambiente y la Policía Ambiental y Ecológica”, manifestó Carolina Agudelo Hernández, alcaldesa local de Kennedy.

Vale la pena mencionar que, tal como se encuentra establecido en la Ley 1333 de 2009, el tráfico de especies silvestres es considerado, precisamente, un delito ambiental, por lo que quien incurra en esto puede pagar “prisión de 60 a 135 meses, y multa de 300 hasta 40.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes”.