Rechazan proyecto que proponía dar una licencia por la muerte de una mascota

Solo quien tiene una mascota en casa y ha creado un gran vínculo con ella sabe lo difícil que es asimilar su muerte, pues se trata de un miembro más de la familia que ha logrado ganarse el corazón de cada uno de los integrantes del hogar; es por esta razón que hace algún tiempo se propuso un proyecto de ley que busca catalogar este suceso como una calamidad doméstica.

Y es que, aunque fue aprobado en el mes de noviembre en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, recientemente fue rechazado por la plenaria de la cámara, al considerar que se trataba de una nueva carga que afectaría a los empresarios, y que esto se sumaría y aumentaría las complicaciones que vienen atravesando las empresas tras la pandemia.

Vale la pena recordar que este proyecto de ley buscaba que se otorgaran máximo 3 días de licencia (o los que considerara el empleador) a un empleado que había sufrido la muerte de su animal de compañía; sin embargo, desde su presentación, fueron muchas las críticas que lo rodearon, teniendo en cuenta que una persona con varias mascotas podría aprovecharse para pedir permisos, entre muchas otras razones.

“Mi preocupación es frente a este proyecto. Entiendo el impacto que genera la muerte de una mascota en la familia, pero no sé si estamos siendo conscientes de que cada día que pasa le estamos poniendo más cargas y obligaciones a los que generan empleo”, fue la posición de Gabriel Vallejo, representante del Centro Democrático, en dicho momento.

Otra persona que se pronunció al respecto fue el representante del Polo Democrático, Germán Navas Talero, asegurando que “no podemos recargar al patrón con obligaciones como estas. No se puede. Va a golpear al pequeño empresario. Soy de la bancada animalista, pero no se justifica darle una licencia”.

Precisamente, tras las constantes críticas, también se dieron algunos ajustes al proyecto de ley buscando su aprobación, entre las cuales se destaca el cambio de término, dejando de considerarlo como un luto y pasando a denominarlo una calamidad doméstica, con lo cual la empresa tendría la potestad de decidir si otorgar o no la licencia y la cantidad de días de la misma; de esta manera se convertiría en una negociación entre el empleado y el empleador.

Asimismo, ante la preocupación de que los permisos se convirtieran en algo excesivo, se determinó que solo pudiera aplicarse a dos animales en la familia, los cuales debían ser inscritos previamente ante la compañía; sin embargo, dichos cambios y aclaraciones fueron insuficientes para conseguir el apoyo del texto, y terminó siendo negado.