¿Por qué tu gato te ataca los pies y las manos? Así puedes controlarlo

Es muy común observar las conductas agresivas de los felinos que muchas veces se da por la curiosidad que les produce el movimiento de las extremidades de sus dueños como los pies o las manos. Por lo general estas situaciones se dan en un entorno de juego, ya que comienzan haciéndolo suavemente, pero este movimiento se va intensificando hasta llegar a hacer daño.

Puedes tener por seguro que tu pequeña mascota no lo hace con la intención de producirte dolor, pero tampoco está bien que lo veas como algo normal y que lo dejes pasar, pues él no podrá entender que es algo malo. 

Sin embargo, no siempre es un juego, en otros momentos esto puede deberse a una personalidad arisca y es aquí donde debes reprenderlo, pero teniendo precaución para que no generes lo contrario. Para ello, debes aprender a identificar en primera instancia la razón por la que lo hace. 

Foto: Pixabay

Esto se da con mayor frecuencia en los gatos que llegan a casa desde muy pequeños y que han sido separados de su camada muy pronto. La razón es muy sencilla, pues cuando un gato está con su madre y hermanos comienza a desarrollar habilidades mediante el juego, y así mismo aprende a moderar las mordidas y los arañazos; sin embargo, cuando esta etapa se salta, tiende a manifestarla más adelante con sus dueños.

¿Cómo evitarlo?

Cuando tu felino juegue con tus manos o tus pies es porque los identifica como juguetes, y aunque parece gracioso no es recomendable que dejes que lo haga. Por el contrario, puedes utilizar algunos objetos con los que se pueda distraer, pueden ser juguetes de ratones, pelotas o cuerdas. 

Por otro lado, lo ideal es que no lo cojas mientras hace eso, pues su reacción va a ser volver a coger con más fuerza tu mano, al pensar que tu les estás jugando; puedes optar por ignorarlo, así se cansará de no obtener tu atención y no te hará daño.

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¿Cómo corregir este comportamiento?

Lo difícil es cuando ya lo has acostumbrado a que lo haga, por lo cual no es tarea sencilla que deje de hacerlo, ya sea porque lo hace contigo o con cualquier otra mascota de la familia. Lo que debes saber es que necesitas paciencia, pues te llevará un gran tiempo remediar esta conducta.

Analiza los momentos en los que actúa así para que puedas anticiparte cada que tenga la intención de atacar; si ves que está acechando, desvía su atención o evita que se lance realizando un sonido muy fuerte, esto puede espantarlo, o solo evita pasar por dicho espacio en ese momento.