La moda circular: La razón por la que comprar ropa de segunda y lucir mejor que nunca
La ropa usada o ropa de segunda mano se ha convertido en la favorita de muchas personas que quieren cuidar el medio ambiente.
La ropa usada o ropa de segunda mano se ha convertido en la favorita de muchas personas que quieren cuidar el medio ambiente.
Comprar ropa de segunda mano está de moda, cada vez son más las personas las que deciden comprar ropa usada no solo porque pueden comprar ropa de diseñador en perfecto estado y hasta ahorrar un 50% y cuidar el planeta, en un mundo donde el consumo consciente y la sostenibilidad son cada vez más relevantes y gente más consciente del enorme daño que hace al planeta la creación de ropa.
Aunque antes era incluso mal visto y una tendencia para personas de muy escasos recursos la realidad es que ahora es una práctica habitual, que no solo representa un alivio económico para el consumidor, sino también una contribución al planeta, pues el mercado global de ropa usada ha experimentado un crecimiento exponencial, alcanzando los 197.000 millones de dólares en 2023, según el informe anual de ThredUp.
Uno de los principales motores de esta tendencia es el ahorro económico. Comprar ropa de segunda mano puede resultar hasta un 50% más barato que adquirir prendas nuevas, un dato respaldado por plataformas como GoTrendier, que operan en Colombia y otros mercados latinoamericanos. Durante 2023, los colombianos que optaron por este tipo de consumo lograron un ahorro de 39.748 millones de pesos en comparación con la compra de ropa nueva.
El impacto en el bolsillo de los consumidores y cuando se compra ropa de segunda se puede evitar un gasto enorme, con excelentes prendas e incluso con descuentos que en ocasiones pueden alcanzar hasta el 80% en comparación con las tiendas convencionales. Además, este tipo de comercio permite a los consumidores adquirir prendas de marcas reconocidas, como Zara, H&M, Studio F y Stradivarius, a una fracción de su precio original.
La moda rápida o «fast fashion», caracterizada por la producción masiva de prendas de baja calidad a precios accesibles, ha sido objeto de crecientes críticas por su contribución al cambio climático y a la contaminación global, por lo que comprar de segunda mano minimiza esa producción ayudando al planeta según el portal America retail.
Según la Fundación Ellen MacArthur, la industria de la moda es responsable de aproximadamente el 10% de las emisiones globales de carbono y genera toneladas de residuos textiles cada año. La compra de ropa de segunda mano permite reducir esta demanda de nuevas prendas, disminuyendo así el impacto ambiental.