Mon Laferte estuvo en Bogotá y su concierto fue toda una experiencia de catarsis

Norma Monserrat Bustamante Laferte, conocida como Mon Laferte, es una artista chilena-mexicana de las más queridas y escuchadas de los últimos años, su talento, pero sobre todo sus letras conmovedoras la han hecho brillar en Latinoamérica y ahora se presentó por segunda vez en concierto solitario en Bogotá como parte de su gira 'Autopoiética'. 

Anteriormente, estuvo en Colombia en 2017 en Rock al Parque y en 2018 cantó en el Centro de Eventos Royal Center y de nuevo visito el país el pasado sábado 20 de abril, en donde miles de seguidores de diversos géneros musicales se congregaron en el Movistar Arena para escucharla en vivo después de seis años.

Según información que recopiló el medio de comunicación El Tiempo, lo que comenzó como una intensa lluvia afuera del recinto, se transformó en un torrente de emociones dentro, sobre todo por la nostalgia y las emociones que convirtieron el evento en una catarsis de todos los sentimientos juntos.

El concierto fue de cerda de 33 canciones divididas en siete bloques y que hicieron que fuera un repaso de casi todas sus épocas musicales: retomó desde ‘Mon Laferte Vol.1’ (2015) hasta ‘Autopoiética’ (2023) y sobre paso los límites de lo esperado con música pop rock en español, boleros, arreglos de salsa, el sonido de trompetas, un solo con guitarra acústica, la presencia de guitarra eléctrica con letras en inglés y hasta arreglos en su micrófono para distorsionar la voz en ciertas canciones.

Laferte dio inicio al espectáculo con "Tenochtitlán", uno de los sencillos más destacados de su octavo álbum, 'Autopoiética', lanzado en noviembre del año pasado y es una canción especial porque habla sobre las críticas, burlas y juicios que una artista, y cualquier mujer en general, pueden enfrentar.

La gira de 'Autopoiética' se presenta como un espectáculo visualmente impactante, donde la música y el escenario se fusionan en una experiencia inolvidable. Con un telón de fondo que ofrece una variedad de visuales, desde coloridos hasta sobrios, con estéticas angelicales y elementos visuales de la religión católica. Laferte dejó el escenario mientras era aclamada por una multitud que pasó de las lágrimas a la admiración. "¡Mon Laferte! ¡Mon Laferte!".