Novena de aguinaldos: consideración día 2
Esta es la lectura que debes hacer el día 2 en la tradicional novena de aguinaldos.
Esta es la lectura que debes hacer el día 2 en la tradicional novena de aguinaldos.
Del 16 al 24 de diciembre, los colombianos creyentes en la religión católica se reúnen en familia o con vecinos y amigos a rezar la tradicional novena de aguinaldos, en antesala al nacimiento del Divino Niño Jesús.
Día tras día, quienes hacen la novena, escuchan o leen las consideraciones, que son reflexiones o meditaciones que preparan a los fieles para el nacimiento de Jesús y ayudan a profundizar en el significado espiritual de la Navidad.
Las consideraciones contienen un contexto espiritual, ya que explican el propósito de la venida de Jesús a la Tierra para la redención de los pecados y cómo la Navidad representa la salvación y el amor de Dios por la humanidad.
Además, brindan enseñanzas morales sobre los valores cristianos y motivan a los creyentes a prepararse para recibir a Jesús en sus corazones. A continuación te compartimos la lectura del día 2 de la novena de aguinaldos.
Consideración del día 2
El Verbo Eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la santa casa de Nazaret, en donde moraban María y José. Cuando la sombra del decreto Divino vino a deslizarse sobre ella, María estaba sola y engolfada en la oración. Pasaba las silenciosas horas de la noche en la unión más estrecha con Dios; y mientras oraba, el Verbo tomó posesión de su morada creada.
Sin embargo, no llegó inopinadamente: antes de presentarse envió a un mensajero, que fue el Arcángel San Gabriel para pedir a María de parte de Dios su consentimiento para la encarnación. El creador no quiso efectuar ese gran misterio sin la aquiescencia de su criatura.
Aquel momento fue muy solemne: era potestativo en María rehusar... Con qué adorables delicias, con qué inefable complacencia aguardaría la Santísima Trinidad a que María abriese los labios y pronunciase el “sí” que debió ser suave melodía para sus oídos, y con el cual se conformaba su profunda humildad a la omnipotente voluntad divina.