Por: Alexandra Méndez • Colombia.com

Conoce el pueblo fantasma de la Patagonia y sus escalofriantes historias paranormales

Este destino turístico en Argentina es ideal para los amantes del misterio y el terror.

El enigmático pueblo fantasma de la Patagonia: conoce sus historias. Foto: Shutterstock
El enigmático pueblo fantasma de la Patagonia: conoce sus historias. Foto: Shutterstock

Este destino turístico en Argentina es ideal para los amantes del misterio y el terror.

El turismo paranormal es muy llamativo para los más curiosos. Alrededor del mundo existen muchos destinos cargados de misterio e historias intrigantes, uno de estos es el pueblo fantasma de la Patagonia. 

Ubicado al norte de Neuquén, en la Patagonia, Argentina, el pueblo fantasma de Taquimilán es conocido por una gran cantidad de mitos y leyendas urbanas que captan la atención de miles de turistas cada año. 

Según relatan los que han visitado este extraño lugar, el pueblo se caracteriza por ser escenario de apariciones y desapariciones inexplicables de criaturas y objetos extraños, entre otros fenómenos paranormales.

Casas que aparecen y desaparecen 

Habitantes aledaños al pueblo fantasma cuentan que durante los meses más fríos del año aparecen y desaparecen casas. Estas construcciones surgen de la nada y se desvanecen de la misma forma al poco tiempo. 

Los relatos indican que en un terreno llano del pueblo es posible observar casas de barro, chozas y hasta columnas de antiguos puentes que en realidad no existen. Algunos escépticos creen que estas visiones son producto de las condiciones ambientales, como la hora del día, el nivel de luz e incluso la época del año, ya que, por lo general, las construcciones aparecen al atardecer.

Muchos relacionan este fenómeno con las familias que vivieron allí en la antigüedad. Hay quienes creen que las casas fantasma pertenecen a quienes habitaron el territorio antes de la tragedia ocurrida en las minas de carbón en 1951.

En aquel entonces, en el terreno existía un yacimiento de carbón conocido como San Eduardo, el cual explotó sepultando a 10 obreros, lo que ocasionó el cierre definitivo de la mina. Con el tiempo, el pueblo fue quedando completamente en el olvido. 

El pueblo de Taquimilán tuvo su época dorada en las primeras décadas del siglo XX, cuando los almacenes y la escuela local se transformaron en el centro de la vida social y familiar; no obstante, cuando las necesidades de comercio y transporte cambiaron, la población comenzó a reducirse hasta que el lugar quedó abandonado.

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