Aplazan lanzamiento del telescopio James Webb por incidente que pudo haberlo dañado

El lanzamiento del telescopio espacial James Webb, el cual estaba programado para el próximo 18 de diciembre, se ha retrasado nuevamente por un incidente que ocurrió en los preparativos, cuando estaba siendo integrado el observatorio con el cohete Ariane 5, tal como lo dio a conocer la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).

De hecho, es importante mencionar que esta misión ya se ha aplazado en diferentes ocasiones, pues estaba programada inicialmente para octubre del 2018, luego para principios del 2019, posteriormente para marzo del 2021, finalmente se había fijado para el 18 de diciembre; ahora la agencia espacial ha indicado que no será antes del 22 de diciembre, aunque no hay una fecha específica establecida.

La decisión se dio luego de que, en medio de los preparativos del lanzamiento en las instalaciones de preparación de satélites en Kourou, Guayana Francesa, se diera una liberación repentina de una banda de sujeción, la cual terminó provocando una vibración fuerte e inesperada en el telescopio y podría haber provocado un daño considerable.

Es por esta razón que se ha planificado la realización de pruebas adicionales para asegurarse de que ningún componente de este objeto haya tenido un daño que interfiera con su funcionamiento, luego de que una junta de revisión de anomalías se reuniera para investigar lo sucedido.

Sobre el James Webb

La NASA cuenta con que el telescopio James Webb se convierta en el sucesor del Hubble, lo cual no ha podido cumplir hasta ahora por inconvenientes generados por la pandemia del coronavirus y retrasos en el desarrollo de este objeto que será enviado al espacio.

Este telescopio infrarrojo es una creación que se da a partir de la colaboración internacional entre la Agencia Espacial Europea, la NASA y la Agencia Espacial Canadiense, el cual cuenta con un espejo primario de aproximadamente 6.5 metros y tiene la misión de observar las estrellas que brillan en el universo, al interior del Sistema Solar y en las galaxias más distantes.

Vale la pena mencionar que este proyecto ha sido todo un reto para los científicos, pues se trata de un artefacto de gran tamaño que debe plegarse para caber en el cohete de lanzamiento, y luego comenzar a desplegarse por sí solo al estar en órbita para entrar en funcionamiento; este será un proceso que tardará algunos días, los cuales han sido denominados “14 días de terror”, aunque no será sino hasta 180 días después que entrará en servicio.