Aniversario: Después de 35 años de la catástrofe nuclear de Chernóbil, estos son los 3 mitos que aún prevalecen
Este 26 de abril, se cumplen 35 años después de la tragedia nuclear más grande de la historia, la de la Central Nuclear de Chernóbil.

Este 26 de abril, se cumplen 35 años después de la tragedia nuclear más grande de la historia, la de la Central Nuclear de Chernóbil.
La conmoción que se vivió un 26 de abril, pero de 1.986, aún preserva varios 'bagajes' históricos y uno de ellos son la serie de mitos, que aún prevalecen, del estallido de la planta nuclear de Chernóbil, en la antigua unión soviética.
Monstruos 'mutantes'
Algunos 'ucranianos' piensan que en las zonas de exclusión donde ocurrió la tragedia nuclear, habitan monstruos 'mutantes', con una fuerza increíble y con muchas extremidades, sin embargo no hay evidencia científica de esto.
Lo que sí ocurrió es que muchas bandadas de pájaros y otros animales perecieron después del estallido, pero si se han visto árboles atrofiados y animales con niveles altos de cesio-137, pero no, no tiene muchas patas.
Alcohol contra la radiación
No hay evidencia científica que asegure que el alcohol sirva "como efecto protector contra la radiación", es por ello que la mayoría de los habitantes adquirieron un "amor" por el vodka, el vino y por tomar cantidades alarmantes de cervezas.
Sin embargo, los investigadores si han hallado indicios de que el revestratol, un tipo de antioxidante natural que viene en el vino rojo, sí protege las células de los daños que causa la radiación a escala celular.
Centros 'secretos' en las zonas de exclusión
Muchos habitantes de Ucrania, aseguran que las zonas de exclusión fueron creadas para "hacer un centro secreto" de investigación para armas psicotrópicas, de altísima seguridad y confidencialidad.
Lo único que se pudo constatar, es que cerca de la planta nuclear había orta instalación de alta seguridad en la que se creaban componentes de sistemas para alerta temprana que hacía la fabricación soviética, de hecho había un rádar capaza de detectar un misil balístico a partir de 2.500 kilómetros. ¿Se imaginan? Sin embargo todo fue desmantelado por el mismo gobierno soviético.