Familia decide llevar a sus hijos dar la vuelta al mundo antes de que queden ciegos

La primera vez que le diagnosticaron retinosis pigmentaria a uno de sus hijos fue a la edad de tres años a la pequeña Mía la primera de los hermanos de origen canadiense, esto después de que evidenciaran problemas de visión en la niña. Posteriormente, Colin de siete años y Laurent de cinco, presenciaron los mismos síntomas y en 2019 los diagnosticaron con la misma enfermedad que no tiene cura ni tratamiento eficaz. Por su parte, Leo, quien tiene nueve años, no fue diagnosticado con esta enfermedad.

Al enterarse de la noticia, los padres Edith Lemay y Sébastien Pelletier dedicaron el tiempo a enseñarles actividades que desarrollaran todas sus habilidades para que en un futuro la enfermedad sea más llevadera. Lemay indico a medios locales "No hay nada que puedas hacer, realmente. No sabemos cuán rápido avanzará, pero prevemos que se quedarán completamente ciegos en la mediana edad". 

A raíz de esto, los progenitores tomaron una decisión inolvidable para sus hijos Pensé: 'No voy a enseñarle un elefante en un libro, voy a llevarla a ver un elefante de verdad. Y voy a llenar su memoria visual con las mejores y más bellas imágenes que pueda “señaló la mujer de acuerdo al diario El Perfil. 

Juntaron todos sus ahorros y empezaron a planear el viaje que durará un año por todo el mundo "Con el diagnóstico, tenemos una urgencia. Hay grandes cosas que hacer en casa, pero no hay nada mejor que viajar. No solo el paisaje, sino también las diferentes culturas y personas", contó Pelletier.

Su travesía empezó en marzo de 2022 aunque los planes eran para 2020 debido a la pandemia, todo lo planeado se retrasó. salieron de Montreal, Canadá. "En realidad nos fuimos sin itinerario. Teníamos ideas de dónde queríamos ir, pero planeamos sobre la marcha. Quizá con un mes de anticipación" manifestó la mujer. 

En cuanto a los deseos de los menores, Mía quería montar a caballo, Laurent quería beber jugo sobre un camello, y así fueron decidiendo qué iban a hacer en el viaje que comenzó en Namibia, donde observaron elefantes, cebras y jirafas.

"No importa lo dura que vaya a ser su vida, quería mostrarles que son afortunados por tener agua corriente en su casa y poder ir a la escuela todos los días con bonitos libros de colores. Nunca sabemos qué les va a impresionar. Nos decimos que [pensarán] que algo es maravilloso y luego ven cachorros en la calle y es lo mejor de su vida" adjuntó Edith. La familia por su parte, también se han encargado de resguardar todos sus momentos en su Instagram donde comparten imágenes de cada destino que visitan.