Reconocido matemático asegura haber probado la existencia de Dios

Grigori Perelman, el mayor genio vivo de las matemáticas, el hombre que resolvió uno de los siete Problemas del Milenio (la conjetura de Poincaré) le quedan cuatro días para decidir si, a sus 44 años, quiere aceptar un reconocimiento por su hazaña científica.

El próximo lunes, se celebrará en París la Clay Research Conference.
El acto servirá como apertura de un ciclo de conferencias de tres días íntegramente dedicado a Perelman y su logro matemático. Lo único que está en duda, una vez más, es si el propio Perelman acudirá al evento.

El matemático ruso ya rechazó, en 2006, recibir la Medalla Fields, un reconocimiento considerado el “Nobel de las Matemáticas” y dotado con 10.000 dólares. Aquella edición de los Fields se celebró en Madrid, España, y los premios fueron entregados por el Rey Don Juan Carlos.
Perelman aseguró entonces no estar interesado ni en el galardón ni en el dinero.

Sin embargo, en marzo, cuando el Instituto Clay decidió adjudicarle el premio de un millón de dólares por su logro, Grigori Perelman se limitó a decir a los periodistas, a través de la puerta cerrada de su apartamento de San Petersburgo, donde vive con su madre, que "lo tiene todo y no necesita dinero".

Por su parte, el presidente del Instituto Clay, que prefiere no dar detalles sobre sus contactos con el matemático, asegura que "no existe un límite de tiempo (para aceptar o rechazar el reconocimiento). Puede pensárselo todo lo que necesite".

No obstante, lo previsto es que el próximo lunes, 7 de junio, durante la inauguración de la Clay Research Conference de París se anuncie la respuesta final de Perelman. De no haber ninguna, la organización tendrá que adoptar alguna decisión unilateral.

Perelman y Dios

Perelman, que asegura haberse retirado de las matemáticas para no convertirse en un "mono de feria", estaría, según David, uno de sus mejores amigos, trabajando duramente en otro desafío, la prueba matemática de la existencia de Dios.

"Somos amigos desde niños -asegura David a Pravda- y él es un hombre profundamente ascético y espiritual. Su apartamento está decorado con iconos. Él lleva barba y grandes crucifijos, y tiene siempre un rosario en el bolsillo. Reza cada noche y está convencido de haber logrado probar la existencia de Dios".
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Con información de abc.es