Patrimonio de la humanidad: La ciudad de Portugal que debes conocer si viajas a Europa

Para nadie es un secreto que Europa es uno de los continentes preferidos por todos los turistas del mundo, recordando sus maravillas naturales y la destacada arquitectura con la que cuentan muchos de los países europeos. De la misma manera, Portugal es catalogado como una de las naciones europeas mejor equipadas para los viajeros, los cuales cuentan con la posibilidad de descubrir muchas de sus atracciones turísticas.

Lo que pocos conocen es que Portugal cuenta con una de las ciudades consideradas patrimonio de la humanidad, siendo este un aspecto que en muchas ocasiones es pasado por alto por todos los viajeros que visitan este país o el viejo continente. A poco más de 100 kilómetros de la frontera con España, en el corazón del Alentejo portugués, a mitad de camino entre Lisboa y Extremadura, se encuentra Évora, siendo este uno de los destinos más especiales en el mundo.

Monumentos medievales, las calles laberínticas y las casas encaladas, proporcionan un ambiente mágico para todos los turistas que visitan esta zona de Portugal. Además de esto, Évora cuenta con un ambiente bastante tranquilo, el cual es acompañado por la calidad de todos los locales, aspectos que son de vital importancia para el crecimiento turístico de esta parte del país.

Évora tiene sus orígenes gracias a la época romana, aspecto que fue de vital importancia para que la UNESCO lo declarara como uno de los grandes patrimonios de la humanidad actualmente. Por otra parte, hay que resaltar el Aqueduto da Água de Prata, el cual es considerado como una de las construcciones más relevantes de la ingeniería en todo el continente europeo, ya que, este abarca 18 kilómetros desde la Granja de Divor hasta el centro de la ciudad.

Por último, cabe resaltar su riqueza histórica, puesto que, no solo debe sus inicios la etapa de los romanos, sino que también vivió conquistas como el musulmán y la reconquista cristiana en el siglo XII. Muchos de sus palacios y monumentos siguen en pie hoy en día, por lo que todos sus visitantes tienen la posibilidad de viajar en el tiempo y sentirse en una época distinta a la actual.