Villa de Leyva: Historia, Arquitectura y Magia Bajo las Estrellas
Recorre las calles empedradas de Villa de Leyva, un destino colonial con historia y cielos para la observación astronómica.

Recorre las calles empedradas de Villa de Leyva, un destino colonial con historia y cielos para la observación astronómica.
Un espacio para observar las estrellas
Villa de Leyva es un lugar de esos que pueden considerarse sin par, primero porque su naturaleza es diversa, cuenta con páramos y también con terreno desértico, y segundo porque su ambiente es cautivador. Es un destino al que siempre se quiere volver porque su magia atrapa y es indescriptible. Este pueblo colonial destaca por su autenticidad y belleza, lo que lo convierte en un referente del turismo colonial en Colombia.
La Villa de Santa María de Leyva fue fundada en 1527 y declarada Monumento Nacional en 1954. Sus construcciones de tipo colonial se mantienen muy bien conservadas para la admiración de los visitantes, y su plaza principal de 1.4 hectáreas de extensión está totalmente empedrada, siendo un lugar imperdible para los que desean realizar turismo cultural, los cuales posan aquí para dejar en una fotografía el registro de un viaje que seguramente envidiarán muchos.
Esta ciudad, erigida sobre la cordillera oriental, es una montañosa zona perteneciente al valle de Zaquencipá, llamado así por los indígenas muiscas, para luego ser conocido como valle de Moniquirá, un lugar de gran magnetismo. Muchos dicen que hay lugares a los que se llega cansado, otros que se desean abandonar de prisa y otros, como Villa de Leyva, en los que se experimenta una energía enormemente positiva y en donde se siente a gusto en toda la extensión de la palabra. Este destino es un referente de turismo cultural, ofreciendo a los visitantes una experiencia única que conecta historia, arquitectura y naturaleza en un solo lugar.
Villa de Leyva es contemplación total como herencia indígena, pues los muiscas encontraron en este lugar el escenario perfecto para el desarrollo de la astronomía, ya que las noches de cielo estrellado son un espectáculo digno de admirar. Por esa razón, existe un observatorio en la vecina población de Santa Sofía, que es frecuentado por especialistas, aficionados y visitantes en general. Este pueblo colonial no solo destaca por su arquitectura y tradiciones, sino también por su vínculo con el turismo cultural, ofreciendo una experiencia que conecta historia, ciencia y belleza natural.
Esta zona es afamada por sus restos fósiles, existe un centro de investigaciones paleontológicas y un museo que muestra al público la herencia de animales y monstruos marinos que entregan sus vestigios a las arenas del desierto Villaleyvano con la fortuna de ser hallados por un experimentado investigador o por algún visitante con buena estrella.
Villa de Leyva es la cuna del prócer de la independencia nacional Antonio Ricaurte, conocido como el Héroe de San Mateo, un arsenal y polvorín patriota en Venezuela que antes de caer en manos españolas fue hecho explotar por el neogranadino, pero con su propia humanidad adentro. Otro personaje destacado de la historia es Antonio Nariño, quien escogió a la bella villa boyacense para abandonar este mundo, dos grandes hombres que quedaron inmortalizados en la undécima estrofa del himno nacional: “Del hombre los derechos Nariño predicando, el alma de la lucha profético enseñó. Ricaurte en San Mateo en átomos volando, deber antes que vida con llamas escribió”.

Visite Villa de Leyva que con seguridad regresará, es un apacible lugar de naturaleza diversa con hostales, hoteles, restaurantes y actividad nocturna muy atractiva. Recorra sus calles empedradas, su gran plaza y no deje de caminar cada centímetro de su territorio que hipnotiza, pero que a la vez pone despiertos los sentidos porque este pueblo colonial tiene historia, naturaleza y mucha diversión. Un destino completo que invita a explorar su arquitectura, cultura y el entorno natural que lo rodea.