Con elementos del hogar puedes realizar juguetes VIP para niños

Con elementos que hay en el hogar y la guía de los expertos para sacar el mayor provecho, es posible incentivar la inteligencia creativa en los niños y darles herramientas de desarrollo que estimulen su aprendizaje.

Colombia.com - Vida y Estilo
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Con elementos que hay en el hogar y la guía de los expertos para sacar el mayor provecho, es posible incentivar la inteligencia creativa en los niños y darles herramientas de desarrollo que estimulen su aprendizaje.

Después de años de estudio, Natalia Gutiérrez Ibáñez, especialista en innovación, consultora en la metodología Lego Serious Play para educación en niños y experimentada mamá, propone hoy en el país un sistema científico de sencillas pero comprobadas estrategias, para aprovechar al máximo la capacidad que tienen los niños de aprender.

En un mundo competitivo, donde se buscan profesionales que logren salirse de los modelos proponiendo alternativas únicas y originales que creen ventajas competitivas reales, el desarrollar la creatividad en los niños resulta un acto de amor por su futuro.

“La creatividad es una habilidad que puede ser desarrollada en cualquier momento de la vida, y es la base del pensamiento paralelo, término acuñado por Eduard de Bono, psicólogo de Oxford,  que no es otra cosa que solucionar retos de una forma distinta” – asegura Natalia.

Con juguetes y elementos que están en casa o cuyo valor es muy pequeño, ha logrado desarrollar actividades para incentivar la inteligencia creativa de los pequeños y hoy plantea extenderlo con inmersiones creativas para padres, cuidadores y educadores, buscando que sean ellos mismos, los que logren estimular el aprendizaje de los niños de una forma divertida, cálida y certera.

Soluciones simples a procesos naturales

Durante los primeros años de vida, el cerebro tiene un papel determinante en el proceso de aprendizaje de los niños pues la producción de conexiones sinápticas es fantástica y por eso pueden aprender tantas cosas y tan rápidamente. Su inteligencia no solo tendrá un componente cognoscitivo, sino uno emocional que les permitirá vivir felizmente y enfrentar los problemas con éxito. Para eso necesitarán potencializar los dos hemisferios en un entorno temprano de calidad, y la disponibilidad de experiencias apropiadas en los distintos momentos del desarrollo, para que puedan construir su arquitectura cerebral y a la vez pensar y controlar sus emociones, según lo ha dicho la National Scientific Council on the Developing Child en su libro.

“Y hoy, cuando las exigencias  laborales dejan cada vez menos tiempo para compartir con los pequeños y apoyar su proceso, es vital aprender qué y cómo hacer para incentivar su inteligencia creativa, e incluso, involucrar a familiares, cuidadores y educadores en el proceso, con elementos simples y técnicas divertidas que fortalecen los vínculos afectivos, haciendo además uso del juego, una herramienta donde está comprobado, los niños aprenden más” – asegura la especialista.

Fácil, simple y poderoso

Así son los elementos y estrategias para incentivar la creatividad en los pequeños que se pueden crear en casa. 

Textudescubro

Un cubo es una figura maravillosa porque tiene varias caras para explorar. Se puede fabricar con cartón, balso, madera, o incluso algún empaque reciclable, y  adherir a cada una de sus caras diferentes materiales con texturas que pueden ser trozos de tela suave, lija, zabra u otros materiales amigables y seguros de variados colores. Será un juguete llamativo para que el niño ruede, toque, empuje, se apoye afianzando su desarrollo sensitivo, motor y cognitivo.

“El uso directo de las texturas con las dos manos y brazos es una experiencia placentera que enmarca las primeras sensaciones que el pequeño empieza a descubrir. A través del tacto los niños logran captar información valiosa de su entorno y crece su curiosidad por explorar todo lo que esté a su paso” – asegura la experta del Taller de los Exploradores.

¡Aros trepadores!

Un completo juguete  hecho con una botella plástica reciclada, pitillos y aros elaborados con limpia pipas; en el que a través de la actividad sencilla de insertar y retirar los aros de los pitillos,  se desarrollan destrezas tales como: percepción viso-manual, concentración, coordinación y precisión, además del fortalecimiento de los músculos involucrados en el agarre de pinza.                                                                   

Figuras adentro y afuera

Una botella plástica reciclada con ranuras en sentido vertical y horizontal y palitos de paleta de colores con figuras en sus extremos, se convierte en un juguete excepcional que busca fortalecer el tono muscular de las extremidades superiores (hombro, codo, muñeca y dedos). 

Con figuras adentro y afuera, los niños  deben insertar y sacar  los palitos de paleta de ranuras  donde solo caben en posiciones horizontales y verticales y  suponen movimientos distintos de la mano. “Deben pensar cómo coger la botella y usar la otra mano para lograr introducirlos; trabajan los colores y realizan un ejercicio óculo-manual para calcular la acción y solucionar el problema que se plantea. Sirve para varias edades, para  niños entre 5 y 11 meses la gracia es sacar los palitos, y para los 12 meses en adelante, es meterlos pues este ejercicio es más complejo y requiere mayor precisión y coordinación” – asegura la consultora en temas de educación infantil.

Los procesos en los niños son naturales y enriquecerlos con actividades creativas, divertidas y diferentes es clave para potencializar su desarrollo. Por ejemplo, el agarre del lápiz, no debe iniciarse con un adulto guiando la mano del niño. Detrás del logro, como lo señala Natalia, debe haber un previo fortalecimiento de todos los músculos que se logra con ejercicios únicos como deslizar en una pared un carrito que tiene las llantas impregnadas de pintura o poniendo sellos de harina en un mesón. Cuando ellos estén preparados, utilizarán el lápiz.

Y así son miles de ejemplos para lograr apoyar los procesos de descubrir, aprender y de generar seguimiento de instrucciones, que con el paso del tiempo permitirán a los niños proponer soluciones a pequeños retos de una manera diferente y recursiva.